Diecinueve de agosto
Este día de agostoserá glorificado en cantos y baladas.
Hoy somos una nación.
Sajarov ha venido,
no enajenado ya por decepción alguna,
al rescate de nuestro Parlamento,
limplando tímidamente el polvo de sus gafas rotas.
La conciencia despierta en los tanques.
Yeltsin se encarama a uno de ellos.
No los fantasmas de los pasados dirigentes del
Kremlin, sino los artesanos aún vivos de Rusia, y las fatigadas mujeres...
las víctimas de las colas.
No, Rusia no seguirá eternamente de rodillas,
con nosotros están Pushkin y Tolstoi.
Con nosotros está todo el pueblo que despierta,
y el Parlamento ruso,
como un cisne marmóreo de libertad herido, defendido por el pueblo,
marcha hacia la inmortalidad.
El poeta soviético
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