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FRACASA EL GOLPE DE ESTADO EN LA U.R.S.S.

Yeltsin y los militares

Cuando Borís Yeltsin decidió presentarse como candidato por su feudo de SverdIovsk en las elecciones al Sóviet Supremo de Rusia el año pasado, fue vetado por el PCUS. Según informes que circulaban por Moscú, algunos ofiales del Ejército soviético pensaban de manera diferente. Así que tomaron la iniciativa, le condujeron al aeropuerto y le llevaron a la ciudad de Svedlovsk, en los Urales, en transporte militar. Según las normas electorales soviéticas, todos los candidatos a unas elecciones deben presentar su candidatura en persona. La negativa del partido a apoyar a Yeltsin, del qde todavía era miembro, equivalía a un veto de facto. El apoyo militar que tuvo fue un gesto de gratitud hacia alguien que estaba en el carro de la reforma.La retirada de Afganistán, los rumores sobre soldados que desertaban en Europa del Este e incidentes, como el derribo del Boeing 747 de las líneas coreanas en Sajalinsk, en 1983, contribuyeron al malestar y empanaron la imagen de una fuerza antaño orgullosa y disciplinada. Hoy en día, el tema de conversación son los abusos de los reclutas, sobre todo los pertenecientes a las repúblicas proindependentistas.

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Según la gente que le conoce bien, tanto en el país como en el extranjero, Yeltsin ha hecho un esfuerzo consciente para cuidar a las fuerzas armadas, convirtiendo algunos sectores de los cuerpos de oficiales en un poder de base. Mientras que otros refornústas pedían investigaciones sobre supuestos abusos cometidos por los militares, Yeltsin hizo todo lo contrario, elogiándolos como incorruptos y pilar de la sociedad.

En julio de 1991, en la sesión inaugural del Congreso de los Diputados, Andréi Sájarov fue abucheado y escarnecido en directo por televisión por otros diputados cuando denunció que el Ejército soviético había torturado en Afganistán. Con veteranos mutilados de esta guerra esperando todavía una compensación adecuada y facilidades, el discurso conmocionó a muchas familias soviéticas.

Yeltsin, con un pasado como apparatchik del partido, tiene un buen conocimiento de las raíces mismas de la instituciones que integran la URSS. El Ejército soviético está fragmentado y confuso. Muchos soldados (le las distantes repúblicas están indignados por tener que servir en lo que ven como un Ejército de la Gran Rusia. En las calles, los soldados, que antes iban impecablemente uniformados, llevan ahora las gorras echadas hacia atrás y adoptan toscas posturas para fotografiarse con los turistas. Las insignias militares, antes sagradas, se venden ahora en los puestos callejeros.

El moderno Ejército soviético ve en Yeltsin muchas cualidades. Para los soldados de fuera de Rusia, es el llombre que más ayudó a las otras repúblicas en su independencia. Cuando declaró la supremacía de las leyes de la Federación Rusa sobre la leyes soviéticas, el año pasado, otras repúblicas sigui eren su amino ayudadas por Rusia. Y al empeñarse en no insultar a los militares, también se ganó un apoyo entre los oficiales.

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