El Ayuntamiento de Alcobendas retira un puesto de control de La Moraleja

Operarios del Ayuntamiento de Alcobendas retiraron ayer la caseta que la urbanización La Moraleja había instalado en una de sus entradas para controlar el paso. Los responsables municipales calificaron la iniciativa emprendida por la entidad de conservación de la urbanización de inconstitucional y han incoado un expediente sancionador.Los vigilantes jurados de la urbanización de lujo La Moraleja comenzaron la noche del pasado sábado a controlar el paso de los vehículos por la entrada de la carretera que va de Alcobendas a Barajas. La operación, realizada por orden de la junta directiva de la entidad de conservación de La Moraleja, pretendía prohibir, según rezaba un cartel expuesto en la caseta, el acceso de toda persona que no residiera en la urbanización desde las diez de la noche hasta las ocho de la mañana.

Sin embargo, el concejal de Urbanismo, Antonio Pérez, alcalde en funciones del Ayuntamiento de Alcobendas, municipio al que pertenece la urbanización, decretó el lunes la inmediata suspensión de los controles, por "coartar la libre circulación de las personas". A este respecto, en la secretaría general de la Delegación del Gobierno informaron ayer que la instalación de controles sólo sería legal si éstos dan acceso a calles privadas. "Si el Ayuntamiento tiene recibidas las calles como vías públicas, entonces sólo el Ayuntamiento tiene autoridad para poner o no controles", dijeron.

Infracciones graves

Antonio Pérez señaló que la entidad de conservación ha cometido dos infracciones graves. Por una parte, y la más importante, "intentar impedir el paso a cualquier ciudadano" por unas calles que son de titularidad pública y, por otra, la propiamente urbanística al instalar en la vía pública una construcción sin licencia municipal.Varios agentes de la policía local de Alcobendas acudieron en la mañana del lunes a la entrada a La Moraleja para hacer cumplir el decreto de la alcaldía, lo que provocó momentos de tensión que cesaron cuando los vigilantes jurados recibieron la orden de retirarse. Ayer, al retirar la caseta se evitó también el paso siguiente proyectado por la entidad de conservación: la instalación de una barrera para inteceptar el paso.

El Ayuntamiento de Alcobendas ha remitido los hechos a la Delegación del Gobierno con el fin de que se estudie la actuación "extralimitada", a su juicio, de los vigilantes jurados ejerciendo funciones que no les corresponden.

Según Europa Press, un portavoz no identificado de la entidad de conservación de La Moraleja declaró que los controles "son perfectamente legales".