La censura zarista prohibió la publicación de un poema pornográfico de Pushkin
El autor escribió, a los 17 años, el relato de la visita de un sacerdote a un burdel
ISABEL FERRER, Un poema posiblemente inédito titulado El fantasma de Barkov y escrito por el novelista ruso Alexandr Pushkin hacia 1816, cuando contaba 17 años de edad, acaba de ser publicado por la revista literaria De Tweede Ronde, de la Universidad de Amsterdam. El contenido pornográfico de la pieza, que describe la visita a un burdel de un sacerdote ortodoxo, impidió hace un siglo su publicación en Rusia y continúa dificultándola hoy en la URSS. Sander Brouwer, el traductor holandés, obtuvo la obra de manos del profesor que lo hallara hace medio año en la URSS.
A principios de 1900 fue realizado un primer intento de publicación del poema, y para ello se efectuaron varias pruebas de imprenta. Aunque la censura zarista impidió su posterior circulación, algunos textos no se perdieron y uno de ellos acabó por llegar a manos de M. Chavlovski, especialista en la obra de Alexandr Pushkin.Poco después el manuscrito lo recibiría Sander Brouwer, eslavista holandés que imparte clases de ruso en la Facultad de Lenguas Eslavas de la Universidad de Groninga, al norte de Holanda.
Sander Brouwer es el responsable de la versión holandesa que ahora aparece, y Peter Verstegen, director de De Tweede Ronde, de su publicación. Este último señala que si bien "nunca es posible, tener a absoluta certeza de que un poema de estas características sea inédito, en el caso de la pieza de juventud de Pushkin corresponde al estilo del autor y a la época en que fue escrita. Además, en obras contemporáneas del novelista ruso aparecen referencias a este poema".
Apodos sucios y sarcásticos
Como otros autores rusos del siglo pasado, Alexandr Pushkin sentía gran admiración por Iván Barkov, un traductor y poeta compatriota suyo.
La producción de Iván Barkov, de carácter pornográfico y calificada de sucia por los censores, sólo circulaba entre otros autores, pero no podía ser publicada. El fantasma de Barkov es precisamente el espíritu que ayuda a salir de apuros al sacerdote protagonista del poema de Flushkin.
Aunque ese religioso no tiene nombre, "sí aparecen varios apodos entre sucios y sarcásticos a lo largo del poema", según Verstegen. Su visita a un burdel en San Petersburgo y el susto que le produce una súbita impotencia le llevarán a encomendarse a los buenos oficios de un connaisseur como Barkov. Barkov resuelve los problemas con prontitud, aunque luego tendrá que socorrer de nuevo al sacerdote que se encuentra encerrado en un convento de monjas. "Allí la, madre superiora está dispuesta a quedarse con él y sólo la intercesión de barkov le permitirá abandonar el lugar".
El poema posee, pese a la juventud de su autor, algunas de las características propias del estilo de pushkin. Aparece, por ejemplo, su gusto manifiesto por el uso de vulgarismos y por el enfoque de las situaciones desde un punto de vista cercano al hombre medio. Técnicamente, el poema se compone de 24 estrofas de 11 versos.
Por encima de avatares Políticos, Alexandr Pushkin siempre ha sido considerado el símbolo de la literatura rusa. De Mayakovski a Pasternak, de Nabokov a Solzhenitsin, todos los grandes autores se han proclamado herederos del creador de Boris Godunov o Eugenio Oneguin.
Junto con su talento literario, la posteridad ha homenajeado en la figura de Pushkín su postura cívica -por la que sufrió exilio decretado por el régimen zarista, a raíz de la conspiración dernocratizadora de los decembristas- y la capacidad de expresar sentimientos que, siendo rusos, trascienden las fronteras. Los estudiosos occidentales han señalado los nexos de Alexandr Pushkin con el universo shakespearíano y su lúcida lectura de los clásicos griegos.
De Tweede Ronde es una revista literaria holandesa de carácter trimestral que se vende también en los quioscos. Suele dedicar el 50% de sus páginas a la literatura nacional y el resto a producciones de otros países. El fantasma de Barkov ha sido incluído en la sección de poesía ligera, dado su argumento.
El número correspondiente a otoño de 1986 incluyó un apartado especial con la obra de 20 poetas españoles, desde Góngora hasta Cernuda.
La sombra de Barkov
Era invierno entonces cuando por la nocheun bien reputado burdel
recibió a un senador, un poeta,
un galán venido de Moscú, un cura alejado de la fe,
un mísero mercader,
y por último a dos marineros
en licores espirituosos embebidos.
A cada uno se sirvió una copa de vino
y cada cual escogió para sí una ramera.
Y una gran orgía allí empezó,
fiesta de órganos y vapores."¡Qué miseria me embarga!",
y de esta manera a Barkov apuntaba.
"¡Toda lascivia y pasión mis pelotas abandona,
está roto mi viril orgullo!
El Mal se ha apoderado de mí,
mi miembro se inclina hacia adelante".
"¿Pero, por qué, hombre necio, no me imploraste
en el momento en que eso te ocurrió?"
"¿Quién eres tú?", pregunta el cura,
mientras con temor se estremece.
"Soy un fantasma por tí conocido: Barkov",
le asegura la voz del espectro.
Primera y sexta de las 24 estrofas del poema El fantasma de Barkov, escrito por Alexandr Pushkin hacia 1816.
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