Sangrientos combates en Sri Lanka por el control de un paso estratégico
Unos 200 guerrilleros y cerca de 150 soldados del Ejército de Sri Lanka han muerto en la encarnizada batalla que mantienen desde hace dos semanas por el control de un campamento militar. El Ejército ha lanzado una ofensiva para romper el cerco de los separatistas tamiles contra este campamento, situado en el estratégico paso del Elefante.
La zona norte del país fue puesta el domingo bajo el toque de queda, mientras unos 8.000 soldados iniciaban el golpe final por el control del cuartel, tras varios días de tregua durante los cuales soldados y guerrilleros reforzaron sus posiciones.Con este campamento militar, el Ejército y el principal grupo separatista, los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE), se disputan el control del estratégico paso del Elefante, que une el resto del país con la península norteña de Jafna, plaza fuerte de los separatistas.
El campamento militar es el puesto mas avanzado del Ejército en el norte, y en él permanecen 800 soldados sitiados desde hace cerca de un año por alrededor de 1.000 guerrilleros. La guerrilla tomó el año pasado otros dos campos de esta provincia, por lo que si este campamento cae, el Gobierno quedará sólo con dos posiciones en la costa, accesibles únicamente por mar.
El pasado día 10, las autoridades de Colombo lanzaron una ofensiva para aliviar el cerco y controlar una zona que corren el riesgo de perder. Sin embargo, tras varios días de violentos combates, el Ejército avanza lentamente y con dificultad, lo que muestra la fuerza de los Tigres. Los dos bandos son coscientes del valor de este paso y están determinados a controlarlo.
Hace ya tres meses que el LTTE está construyendo refugios y posiciones fortificadas alrededor del campamento, pero el Ejército ha ignorado estos signos evidentes de un ataque masivo.Hace dos semanas, los guerrilleros iniciaron su ofensiva con morteros, lanzacohetes y vehículos suicidas cargados de explosivos. Una pieza antiaérea de gran calibre, colocada por los Tigres en un trozo de tierra desde el que se cubren las cercanías, ha impedido que los helicópteros del Ejército lancen provisiones a los sitiados o evacuen a los heridos.
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