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La izquierda turca recupera sus presos

El Tribunal Constitucional enmienda la ley antiterrorista

En el exterior de la prisión de Bursa, bajo un sol ardiente, esperaron durante dos días a sus maridos, padres, hijos y hermanos, sorbiendo té y charlando animadamente. En ocasiones mostraban su felicidad bailando danzas populares sobre, el suelo polvoriento. Al fin, las puertas de acero se abrieron y 22 hombres fueron recibidos con abrazos, besos y consignas revolucionarias. El grupo formaba parte del millar de presos políticos de izquierdas que serán liberados estos días en Turquía por decisión del Tribunal Constitucional.

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"La libertad es algo maravilloso, pero me temo que el país que encontramos no es libre. Vamos a continuar nuestra lucha por la libertad y la democracia en Turquía", dijo Nasuh Mitap justo después de su liberación tras 11 años en la cárcel. Su grupo, DevYol (Sendero Revolucionario), era la mayor organización izquierdista de Turquía, y él, uno de sus dirigentes antes del golpe de Estado militar de 1980. Más de 10.000 de sus miembros fueron procesados y sentenciados junto con miles de otros militantes de izquierdas después de que los militares tomaran el poder.El Gobierno turco, alentado por el presidente, Turgut Ozal, abolló en abril tres célebres artículos que limitaban la libertad de expresión y organización, dirigidos sobre todo a los comunistas y a los movimientos integristas islámicos, y que durante años han dado a los países occidentales una razón para quejarse de la situación de los derechos humanos en Turquía. En su lugar ha sido aprobada una nueva ley antiterrorista.

Penas capitales permutadas

Al mismo tiempo, las autoridades han iniciado una gran operación para vaciar las cárceles: las penas de muerte de los criminales normales y de los derechistas fueron permutadas por 10 años de cárcel; las cadenas perpetuas, por ocho años, y el resto de los presos serían liberados tras cumplir un quinto de su condena.

Los derechistas armados siempre han sido juzgados por violaciones de la ley común, mientras los izquierdistas lo han sido por alta traición, y las sentencias de estos últimos en la nueva legislación duplican en duración a las de los primeros. Esta es una discriminación reconocida incluso por algunos tribunales militares, que apelaron al Tribunal Constitucional para que se pronunciara sobre la desigualdad. El pasado lunes lo hizo, y su decisión abrió la puerta de la cárcel a los presos izquierdistas.

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El veredicto del alto tribunal enmendando la ley no afecta al artículo que se aplica a las "actividades separatistas", por lo que cerca de mil miembros del ilegal Partido de los Trabajadores del Kurdistán que se encuentran encarcelados deberán cumplir entre 16 y 20 años de condena. "Igual de injusto es el caso de aquellos presos que fueron juzgados bajo el régimen militar", afirma Nevzat Helvaci, abogado y presidente de la Asociación Turca de Derechos Humanos, cuando comenta la decisión de la corte. "En ese periodo, los fallos de los tribunales militares se basaban en confesiones conseguidas mediante torturas, y esto ha provocado muchos casos de errores judiciales. Ahora podrían haberse solucionado esos errores, pero, desgraciadamente, se ha perdido la oportunidad". La principal formación opositora, el Partido Socialdemócrata Popular, ha apelado, por su parte, al Tribunal Constitucional contra la totalidad de la nueva ley antiterrorista. El caso se presentará en septiembre, y los kurdos encarcelados tendrán entonces su oportunidad.

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