Perplejidad
DE Los dos procedimientos penales abiertos por el supuesto fraude del voto por correo en las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo, el incoado en Salamanca ha sido archivado, y sólo el de Madrid sigue adelante. En Salamanca se trataba de determinar la posible existencia de actuaciones delictivas en la tramitación de unos 13.000 votos por correo a cargo de algunos responsables provinciales del Partido Popular (PP). En Madrid, la actuación judicial se centra en investigar tal tipo de conductas -incluida la posible falsedad de la firma de un notario en 4.000 legitimaciones para el sufragio- en la tramitación por el PP de unos 10.000 votos por correo.Lo más llamativo del caso de Salamanca no es la decisión del juez, sino los argumentos que la motivan. De entrada, sorprende que la resolución judicial considere cuestión política o administrativa ajena a la justicia penal el objeto de los posibles delitos: existencia en las mesas electorales de sobres con votos no emitidos directamente por el elector, envío de abundante documentación electoral a domicilios concretos, entrega de documentación para el voto por correo a personas sin la debida autorización, resguardos cumplimentados por personas distintas a los electores, etcétera. Partiendo de esa premisa, la consecuencia del carpetazo judicial es más que cuestionable. Y con mayor motivo cuando la propia resolución reconoce la fragilidad técnica de la ley para la emisión del voto por correo.
Ante tales resoluciones, la perplejidad es obligada. Da la impresión de que determinados asuntos le vienen grandes a la justicia. Y uno de ellos es éste del posible fraude de miles de votos por correo. Los tribunales contencioso-administrativos, aun admitiendo que alguno de los procedimientos empleados son reprobables, han sido complacientes. La justicia penal, por su parte, parece eludir una investigación a fondo de las conductas que los promueven. Sin embargo, a todos debería interesar un sistema electoral limpio de manipulaciones del voto o que pongan en entredicho su carácter personal y secreto.
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