La Comisión Europea exigirá a las empresas públicas información anual sobre sus cuentas y balances

INTERINO, Las empresas públicas con un volumen de ventas anual superior a 250 millones de ecus (32.500 millones de pesetas) deberán presentar informes anuales a la Comisión Europea detallando el estado de sus cuentas y balances.

Según explicó ayer el comisario encargado de la política de la competencia, el británico Leon Brittan, los Estados miembros deberán informar, a partir del ejercicio económico 1991, sobre las aportaciones de capital, subvenciones a fondo perdido, préstamos, garantías, dividendos, beneficios no distribuidos y condonación de deudas de todas aquellas empresas públicas, en principio sólo del sector manufacturero, que superen el umbral de negocios de 32.500 millones de pesetas. La decisión, a la que se opusieron el presidente de la Comisión, Jacques Delors, el comisario de Pesca, Manuel Marín, el de Medio Ambiente, Carlo Ripa y la comisaria de Asuntos Sociales, Vasso Papandreu, afectará a unas 150 empresas europeas, incluidas más de una docena de empresas españolas.

Brittan afirmó que con el sistema que ha regido hasta ahora "muchas veces descubríamos las ayudas estatales concedidas a las empresas públicas después de que hubieran sido desembolsadas; ello obligaba a las empresas a reembolsar cantidades importantes de dinero años después de haberlas recibido". La CE investigó ayudas no notificadas por valor de 5.000 millones de ecus en el periodo 1985-1990, "pueden haber existido ayudas por otros 10.000 millones de ecus, hablamos de enormes cantidades de dinero", añadió el comisario.

La mayoría de los casos examinados por la Comisión Europea afectaban a empresas con pérdidas o en situación próxima a la quiebra. El nuevo modelo abarca tanto a las empresas con pérdidas como a las rentables. "Hasta ahora la trasparencia no ha sido satisfactoria" según Leon Brittan.

Por otra parte, la Comisión Europea impuso ayer una multa de 9.750 millones de pesetas a la multinacional Tetra-Pak, dedicada al embalaje en cartón de líquidos para la alimentación, por infringir las normas del mercado comunitario. Tetra-Pak, compañía sueca con sede en Suiza, obligaba por contrato a sus clientes a mantener una "lealtad férrea" para utilizar no sólo el cartón sino las máquinas de embalaje, el mantenimiento y la distribución de su grupo.