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Un arsenal en el supermercado

Las numerosas tiendas de armas que existen en los estados federados austriacos de Carintia y Estiria, dedicadas originariamente a la venta de escopetas de caza, fueron ampliando en la pasada década su oferta de armas cortas gracias a la política liberal en la concesión de licencias practicada por Austria. Sin embargo, el gran auge en la venta de armas de este tipo llegó con el agravamiento de la crisis política e institucional de Yugoslavia.Desde hace al menos 18 meses y hasta los primeros días de julio, decenas de miles de eslovenos que realizan sus compras semanales en los supermercados de Klangeafurt y otras localidades cercanas a la frontera austro-yugoslava, volvían a casa con armas compradas y exportadas legalmente. Este "cauce particular" no ha sido el único ni el más importante de los utilizados para el rearme masivo de la población eslovena y yugoslava en general.

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A principios de año, el entonces presidente del Estado austriaco de Carintia, Jörg Haider, manifestó a EL PAÍS su preocupación por "las masivas compras de armas por parte de yugoslavos en las tiendas" de este Estado, si bien recalcó que las operaciones eran perfectamente legales.

Haider consideraba que la gravedad de las compras radicaba en que servían de baremo del peligro de un enfrentamiento armado en el país vecino. Con el agravamiento de la crisis, las compras individuales de armas en Austria perdieron su importancia frente a los encargos y compras organizadas por grupos procedentes de diversos puntos de la geografía yugoslava.

EL PAÍS pudo comprobar en la conflictiva región croata de Eslavonia, fronteriza con Serbia, que tanto serbios como croatas cuentan con conciudadanos emigrantes en Austria que realizan continuos viajes entre sus pueblos natales y las zonas meridionales austriacas. El objetivo de estos viajes no es otro que suministrar armas y munición a los grupos civiles armados que están protagonizando violentos enfrentamientos en esta región.

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