Las milicias rivales yugoslavas, armadas con pistolas españolas

Croatas, eslovenos, musulmanes y otras comunidades enfrentadas en el actual conflicto civil yugoslavo han adquirido en los últimos meses grandes cantidades de pistolas y revólveres de fabricación española, según evidencian datos y testimonios recogidos por EL PAÍS en España, Austria y Yugoslavia. La frontera austro-yugoslava ha sido hasta ahora la principal vía, pero no la única, de llegada de armas cortas españolas, que han acabado en manos de la población civil o de grupos armados irregulares.

Crnovrsanin Harun, secretario político del Partido de Acción Democrática (SDA), de carácter musulmán, en la localidad serbia de Novi Pazar, reconoció a este diario que su comunidad se está armando para hacer frente a una guerra entre serbios y croatas, y elogió la calidad de las pistolas españolas Astra y Llama, de las que acababa de recibir una importante partida vía marítima.El pasado día 10, las autoridades austríacas bloquearon en la aduana de Klangeafurt, próxima a Yugoslavia, una partida de dos toneladas y media de pistolas y munición de origen español con destino al Estado secesionista de Croacia. El envío, que en principio reunía todos los requisitos legales, se vio frustrado por la decisión que adoptó el día anterior el Gobierno austríaco de prohibir el tránsito de armas hacia Yugoslavia. Los países de la Comunidad Europea (CE), incluida España, decretaron un embargo de armamento a dicha nación el día 5 de este mes.

Desde hace al menos año y medio, miles de eslovenos han cruzado a territorio austríaco para armarse en las zonas fronte rizas, donde este tipo de comercio estaba completamente liberalizado. A principios de este año, el entonces presidente del Estado austriaco de Carintia, Jörg-Halder, manifestó a EL PAÍS su preocupación por "las masivas compras de armas por parte de yugoslavos en las tiendas".

Esta situación ha coincidido con un auge espectacular de las exportaciones de pistolas y revólveres españoles a Austria, que se han multiplicado por seis en 1990, pasando de 34 a 195 millones de pesetas. Austria es el segundo cliente mundial de la industria española de armas cortas, por detrás de EE UU y por delante de toda la CE.

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