Inaugurado el primer centro de cría en cautividad de águilas imperiales

Iñarra y Eli serán cruzadas a finales de diciembre, en pleno celo, con Zunzún y Buto. Si los planes salen bien, las cuatro águilas imperiales ibéricas serán padres en primavera, y sus polluelos serán lanzados a la libertad dos meses después, cuando ya se hayan convertido en adultos. Estos padres forman parte de una selección de 11 águilas imperiales ibéricas que habitan en el primer y único centro español de cría en cautividad de esta especie. El centro, dependiente del Icona, fue inaugurado ayer en Los Quintos de la Mora, un cortijo situado en los Montes de Toledo, zona de Los Yébenes.Protegidas por ley desde 1980, las águilas imperiales ibéricas son una de las siete especies de rapaces del mundo más amenazadas de peligro de extinción. Por eso están incluidas en los planes de recuperacion de especies del Icona.

En la actualidad sólo 126 parejas sobreviven, repartidas por Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Extremadura y Madrid. Sus principales causas de muerte han sido la neumonía vírica transmitida por el conejo, la caza descontrolada y los tendidos eléctricos de alta tensión.

La cría en el centro toledano de Los Quintos de la Mora pretende reforzar las poblaciones, recolonizar áreas que fueron afectadas por epidemias o enemigos naturales y mantener una reserva de depredadoras que servirá de refuerzo en caso de nuevos avatares de la naturaleza o motivados por la acción del hombre. El equilibrio ecológico de estas aves, sin embargo, no será alcanzado hasta dentro de 20 o 30 años, cuando se consiga alcanzar el número de 2.000 o 3.000 ejemplares.

Estas rapaces tienen una envergadura de dos metros y su plumaje no alcanza su desarrollo total hasta cinco años después de haber nacido. En condiciones salvajes viven entre 20 y 40 años y se alimentan de conejos, ánades y carroña.