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La presidencia yugoslava y las repúblicas, incapaces de acordar dónde reunirse

La reunión de la presidencia yugoslava y de los presidentes de las repúblicas, convocada para hoy en la isla adriática de Brioni por el presidente Stipe Mesic, está minada antes de su comienzo. El vicepresidente Branko Kostic (Montenegro), Sejdo Bajramovic (Kosovo), Borisav Jovic (Serbia) y Jogoslav Kostic (Voivodina) rehusaron ayer viajar a Brioni. Según ellos, la reunión se podría celebrar en Belgrado. El desplazamiento a Brioni se debe a la negativa del representante esloveno, Janez Drnovsec, a acudir a Belgrado.

En la reunión, cuya celebración es aún incierta, se iba a discutir la declaración de Brioni y ultimar los detalles acerca del regreso de las Fuerzas Armadas yugoslavas a los cuarteles y el desarme de las tropas paramilitares, incluidos los reservistas de la policía.El cumplimiento de la decisión presidencial acerca del desarme, que debería terminar el 18 de este mes, parece imposible: cada cual interpreta según sus necesidades cuáles son las formaciones ¡legales. El presidente Mesic explicó que tanto la policía como la Guardia Nacional croatas (la Guardia Nacional es ilegal desde el punto de vista federal) son legales, pero exigió la desmovilización de sus reservistas. Partidos de oposición en Croacia criticaron violentamente a Mesic y ayer el viceministro del Interior croata, Milan Brezak, explicó que mientras no haya paz en Croacia no se puede desmovilizar a los reservistas. Brezak precisó que la policía en Krajina es terrorista e ilegal. Milan Martic, jefe de policía de Krajina, rehusó desmovilizar a sus policías. Por otra parte, el vicepresidente yugoslavo, Branko Kostic, contrario a la declaración de Brioni, aseguró que el Ejército no se retiraría de Croacia. "En cuanto a Croacia", manifestó, "se utilizará el Ejército federal,aún más que hasta el momento". El primer ministro, Ante Markovic, no desiste de sus vanos intentos por salvar al país del colapso inminente. Después de la reunión con las autoridades croatas, Markovic declaró ayer que el Gobierno federal favorece la solución democrática y pacífica con el arbitraje internacional.

Las palabras de Markovic alcanzan pocos oídos. El partido gobernante en Serbia, Partido Socialista Serbio (ex comunista), cuyo presidente es el representante serbio ante la presidencia yugoslava, Borisav Jovic, elaboró una nueva plataforma política. "Para la defensa de los intereses serbios no bastan los argumentos, aunque se deben utilizar al máximo. Serbia necesita una fuerza militar real, altamente motivada, y la determinación a defender sus intereses vitales". Según la plataforma, la proclamación de la independencia croata conlleva al reconocimiento del derecho a la secesión de los enclaves serbios en Croacia: Krajina, Eslavonia, Srem y Baranja. Es decir, el Partido Socialista Serbio exige la expansión del territorio serbio. Al final del documento, los ex comunistas exigen al pueblo no protestar por las dificultades económicas "para no afectar la estabilidad política en la república" y sostienen que cualquier ataque a los serbios en Croacia sería un ataque contra todos los serbios.

Al margen de las declaraciones, los combates continúan en diferentes partes de Croacia. En la madrugada de ayer, policías croatas intentaron tomar el control del pueblo de Kraljevcani, pero las unidades del Ejército abrieron fuego con más de 50 granadas, matando a un policía e hiriendo a otro. La vida cotidiana en los pueblos de Croacia y Bosnia está preñada de terror psicológico y a veces físico: parece que todos están a la expectativa de la guerra.

Zagreb y Belgrado no son capaces de controlar la anarquía. El transporte interno yugoslavo aéreo y ferroviario está prácticamente parado. En los trenes que pasan por Eslavonia la policía croata maltrata a los pasajeros. El aeropuerto de Liubliana está cerrado. Los vuelos entre Belgrado y Zagreb son irregulares. En la autopista Fraternidad y Unidad, que conecta los 389 kilómetros que separan Zagreb y Belgrado, están instaladas barricadas. Llegando a la frontera con Eslovenia, sobre la misma carretera, los policías eslovenos paran a los vehículos exigiendo documentos, ya que Eslovenia es independiente.

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