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Entrevista:LOS 'SIETE' Y LA U.R.S.S.

"La URSS debe cambiar inevitablemente de sistema"

Sachs, de 36 años, cree que la URSS irá a una economía de mercado "porque no hay alternativa y el antiguo sistema está derrumbándose". Aunque "allí hay gente poderosa que sigue resistiéndose" a los cambios, piensa que son cada día más los soviéticos que comprenden que "para elevar su nivel de vida deben hacer un cambio decisivo en dirección a otro sistema". EL PAÍS entrevistó a este economista norteamericano en El Escorial, adonde fue a dar una charla en el marco del curso La URSS: el precio de la democracia.Pregunta. ¿Cree usted que en este momento la URSS avanza hacia una economía de mercado?

Respuesta. Bueno, indudablemente está introduciendo cosas propias de esta economía. La ley de privatización recientemente aprobada y el hecho de que el comercio, al menos en el papel, haya sido liberalizado y que a las empresas se les haya otorgado más libertad son indicios de un movimiento hacia una economía de mercado. El problema es que las reformas por el momento han sido incompletas y mal concebidas. Creo que ahora muchos soviéticos empiezan a ver que, para ser eficaces, éstas deben ser mucho más radicales y amplias, como lo son en Europa del Este. Lo importante es que las posibilidades de lograr reformas amplias están creciendo. También aumentan las bases políticas para estas reformas, como lo demuestra el triunfo de Borís Yeltsin en las elecciones presidenciales rusas. Sin embargo, yo, como el resto del mundo, me pregunto si los soviéticos van a dar pasos decisivos en este momento.

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P. ¿Qué deberían hacer los países occidentales en estas circunstancias?

R. Los pasos decisivos que deben dar los soviéticos se verían impulsados si los países occidentales dejan claro que están dispuestos a apoyarlos con asistencia financiera.Ayuda condicionada

También creo que es muy importante que continúe el proceso de democratización en la URSS. Si los planes para realizar elecciones libres en 1992 se llevan a cabo, se crearía la base política necesaria para una gran radicalización de las reformas. Pero, al mismo tiempo, veo una amenaza real de que los planes para las elecciones libres no lleguen a concretarse. Creo que los Gobiernos occidentales ahora deben expresar con claridad que están dispuestos a dar ayuda en el futuro, pero altamente condicionada. Me gustaría ver a Occidente y a la URSS negociar un calendario de acciones: reformas soviéticas combinadas con una ayuda occidental. Nadie va a entregar dinero de inmediato. Todo esto es cara al futuro. Mientras tanto, creo que la URSS debería comenzar el proceso para ser miembro del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial para que, una vez que se creen las condiciones necesarias, estas instituciones puedan prestar dinero para apoyar el proceso de reformas. En todo caso, no sería bueno dar dinero sin reformas, tanto económicas como políticas.

P. Si usted no espera que el G-7 dé ahora dinero, ¿qué desea de parte de este grupo de países?

R. Lo que estoy deseando es un entendimiento entre la U RSS y Occidente, que por parte de la primera signifique intensificar el área de las reformas y por parte del segundo un claro compromiso a dar apoyo financiero. Sin embargo, espero menos de eso: supongo que la URSS presentará planes generales de reforma y Occidente dirá en términos generales que está muy bien, que misiones del FMI y del Banco Mundial deben viajar a la URSS para trabajar en estos planes. Eso será todo, en esencia. Muy poco en realidad.

P. Bueno, el G-7 no dará dinero. ¿Opina usted que la CE debe hacer más de lo que ya ha hecho?

R. No, opino que no deben hacer nada más. Los europeos ya están dando dinero. Pero no creo que sirva para mucho, porque si uno da una cantidad que no es lo suficientemente grande como para apoyar las reformas radicales y no está ligada a condiciones, entonces significa que en realidad ese dinero se está malgastando. No estoy de acuerdo con la política de dar cantidades insuficientes de dinero. Realmente no creo en este enfoque modelarador: pequeñasreformas aquí, algún dinero por allá, que no es poco pero sí Insuficiente. Pero si lo que buscamos es dar ayuda para contribuir realmente al proceso de reformas, entonces creo que debemos esperar a que exista un programa viable y luego dar dinero en las cantidades necesarias.

El plan de Pávlov

P. ¿Cree usted que el plan de Pávlov puede conducir a una economía de mercado libre?

R. Creo que el plan de Páv1ov es teóricamente inadecuado. Trata de mantener el sistema administrativo soviético, aunque dicho sistema no tiene ninguna posibilidad de lograr resultados positivos. Así es que no creo que el plan de Pávlov contemple las reformas radicales que se necesitan, especialmente si se toma en cuenta la aceleración de la crisis en la URSS.

No hay duda de que el pasado otoño Gorbachov dio la espalda a los radicales y eligió a Pávlov como una alternativa conservadora. Ahora ha visto los frutos de la actuación de Pávlov, que, en mi opinión, lo único que ha hecho es profundizar la crisis. No nos queda otra cosa que confiar en que habrá cambios hacia una política más radical.

P. ¿Es necesario para ello un cambio de primer ministro?

R. Sí. Pero lo fundamental es el cambio de política. Claro que si ese hombre es el encargado de llevar a cabo este cambio de política, la nueva política simplemente no funcionará.

P. Usted habló de lo positivo de la elección de Yeltsin. ¿Cree usted que se puede pasar a una economía de mercado en una sola república de la URSS, concretamente en Rusia?

R. No, porque básicamente una reforma radical exige tres tipos de políticas: estabilización macroeconómica, liberalización' ecónomica y privatización. Y de hecho, cualquiera república, incluso Rusia, puede controlar sólo parte de estas políticas. No controla las fronteras, el comercio, el sistema monetario, el cambiarlo. Mientras el rublo sea débil y no pueda apoyar el comercio libre, Rusia por sí misma no podrá llevar a cabo las reformas necesarias. Ante esta situación veo tres posibles respuestas: que Yeltsin use su influencia para tratar de poner a partidarios de la reforma radical en el nivel de la Unión, y controlar, por ejemplo, el Banco Central; que las repúblicas y la Unión solucionen estos problemas en el contexto del acuerdo nueve más uno; y que Rusia trate de salir adelante sola, tomando control de las fronteras y creando a nivel republicano un nuevo sistema monetario. Esta posibilidad conceptualmente puede parecer muy buena, pero está preñada de peligros. Es el tipo de solución que está buscando Eslovenia.

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