"El pacto de progreso es necesario, aunque puede que no se logre"

Felipe González manifestó ayer a los grupos parlamentarios que el pacto de progreso que ahora se intenta negociar con los agentes sociales es "idéntico al que se intentó negociar en 1987; entonces no se logró un acuerdo y es posible que ahora no se logre aunque no lo veo probable. Ahora en lo que todos estamos de acuerdo es en que es necesario". González añadió que el pacto debe incluir a las empresas públicas a las privadas y a todos los agentes sociales y lo definió como una oferta "abierta" que pretende " aportaciones enriquecedoras desde otras fuerzas políticas".El presidente del Gobierno anunció su propósito de que España se encuentre entre los países que en 1997 se sometan a un banco central europeo e ingresen así en la tercera fase de la unidad política y monetaria de la CE. El presidente aseguró que el Gobierno español está en condiciones de elaborar un plan plurianual orientado a lograr una convergencia de la economía de los países comunitarios, tal y como ha sido propuesto en la reciente cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la CE en Luxemburgo. González vinculó este plan a la oferta de pacto social y de competitividad realizado por el ministro de Economía, Carlos Solchaga.

Para el presidente del Gobierno, la unión económica europea avanza a un ritmo lo suficientemente rápido como para calcular que el próximo mes de diciembre pueda fraguarse un acuerdo comunitario al respecto. A su juicio, uno de los éxitos de la reciente cumbre de Luxemburgo ha sido eliminar el riesgo de una construcción de la unidad europea "a dos velocidades". El líder socialista aseguró que en esa "reunión de transición" han quedado "suficientemente recogidos" los intereses de España, entre los que citó el deseo de que las conferencias sobre unión económica y política ofrezcan garantías concretas para la cohesión social y económica de la futura Europa.

Desde una perspectiva más crítica, el representante de Izquierda Unida, Nicolás Sartorius, pidió al Gobierno que utilice un "cuasi-veto" frente al futuro tratado de unión política y económica si no queda claramente garantizada la cohesión de la Europa de 1993.

El portavoz del PP, Rodrigo Rato, advirtió al Gobierno que difícilmente la sociedad entenderá que los socialistas aprueben un nuevo paso en la integración europea "sin haber resuelto el futuro de los pescadores y agricultores españoles".

Miquel Roca, portavoz de CIU, resaltó que el proceso de unión europea es irreversible, y resaltó que resultará decisivo para preservar los intereses de los españoles el esfuerzo que no sólo el Gobierno sino la sociedad realice de aquí al 1 de enero de 1993.

El portavoz del CDS, José Ramón Caso, expresó el acuerdo de los centristas con el Gobierno respecto a la importancia de garantizar la cohesión económica y social.