Kucan asegura que la independencia es irreversible
MIRJANA TOMICLos teléfonos de los partidos políticos y de los periódicos eslovenos sonaban sin cesar. La gente, trasnochada -atemorizada por la escalada del conflicto bélico e indignada por la ocupación de Eslovenia" por las fuerzas armadas yugoslavas- hacía una sola pregunta, formulada de diferentes maneras: "¿Nos ha traicionado Milan Kucan [presidente de Eslovenia]? ¿Para qué murieron nuestros hijos". Las primeras reacciones a la aceptación por el presidente esloveno Kucan de las condiciones impuestas para el cese de fuego fueron negativas.
Las condiciones fueron la elección del croata Stipe Mesic como presidente de la presidencia colectiva (inexistente desde el 15 de mayo debido al bloqueo serbio); y moratoria de tres meses sobre la proclamación de la independencia, acordadas en la reunión con la troika de la Comunidad Europea (formada por Gianni de Michelis, Jack Poos y Van den Brook) no contaron con la simpatía popular. Eslovenia capituló. La población atribulada esperaba una aclaración a la posición de Kucan, en las noticias del frente pasadas por radio y televisión. No obstante un supuesto alto el fuego, acordado la noche anterior, los combates continuaban.En Skofije (frontera con Italia) la batalla entre las fuerzas armadas yugoslavas y la Defensa Territorial eslovena por el control del puesto fronterizo duró varias horas. Saldo: cuatro muertos y un herido.
El alto el fuego no significó el paro de las actividades bélicas que duraron toda la noche y la mañana de ayer en diferentes puntos fronterizos, aunque su intensidad haya disminuido. Sin embargo, ni las fuentes eslovenas ni las federales podían precisar quién controlaba qué puesto fronterizo ya que la situación cambiaba de hora en hora. Tanto la Defensa Territorial eslovena como las fuerzas armadas yugoslavas conservaban la determinación de ejecutar las órdenes de sus superiores: ocupar físicamente los puestos fronterizos.
Ni los eslovenos ni el Ejército podían mover al resto de su maquinarla bélica ya que unos bloqueaban a otros con un emparedado de barricadas y tanques. Cualquier movimiento del Ejército, explicó el ministro de Información de Eslovenia, Jelko Kacin (ex viceministro de Defensa de Eslovenia), debe ser previamente acordado. De ahí que muchos soldados parecían incomunicados. Algunos sin alimentos.La mayoría sin dormir y con un gran miedo.
Según las primeras cifras oficiales, provenientes de fuentes eslovenas, 20 soldados de las fuerzas armadas yugoslavas, ocho policías y soldados eslovenos y 12 civiles murieron en los combates. Ochenta y cinco personas fueron heridas. Por otra parte, 250 soldados del Ejército federal abandonaron el combate, integrándose en la Defensa Territorial. Quinientos fueron detenidos, entre ellos 65 oficiales.Situación inestable
No obstante el cese del fuego oficial, era imposible detectar ayer si la paz o la guerra caracterizaban el día. Ninguna parte desistía de sus objetivos.
El presidente Milan Kucan explicó a los periodista! que había aceptado en la reunión de Zagreb, la noche anterior, el cese del fuego "en esta guerra de agresión impuesta a Eslovenia", pero precisó que la moratoria sobre la independencia eslovena consistía en la disponibilidad a posponer algunas negociaciones con el resto de Yugoslavia acerca de la división total de los bienes. Es decir, no hubo un paso atrás en la proclamación de la independencia, afirmó Kucan. "No existe la manera democrática para que Eslovenia forme parte de Yugoslavia". Puede ser anexionada ( ... ) pero esa no es una solución a largo plazo", añadió.
Al afirmar que Eslovenia no desiste, ni siquiera por un periodo de tres meses, de su independencia, Milan Kucan calmó a la población.
La fluidez de la situación político-militar eslovena -la definición clara de los puntos políticos negociables y el status quo estratégico entre las fuerzas armadas yugoslavas y la Defensa Territorial eslovena- dejan a Eslovenia en un ambiente entre la guerra y la paz. Ambas vías permanecen abiertas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.