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LA CIUDAD VERDE

La Agencia de Medio Ambiente

El organismo de la Comunidad para la conservación se queja de falta de respaldo político

Es el organismo encargado dentro de la Comunidad de Madrid de la gestión del medio ambiente, uno de los temas políticamente más en boga y que conlleva también una mayor responsabilidad. Por desgracia, la Agencia de Medio Ambiente (AMA) continúa siendo una de las cenicientas de la Administración regional. Aunque se supone que goza de un nivel de autonomía importante, en realidad depende de la Consejería de Presidencia, y muchas de sus iniciativas urgentes se ven lentificadas en el Gobierno regional, según acusan científicos y ecologistas.

Un grupo ecologista, Aedenat, resumió hace pocas semanas, con afán de precisión, las asignaturas pendientes en materia de medio ambiente por parte de la Administración madrileña. El blanco de sus acusaciones era el presidente de la AMA, el socialista Luis Maestre. Para el resto de los grupos ecologistas y conservacionistas madrileños esta acusación directa, sin matices, resulta peligrosa, porque impediría al ciudadano Ilegar a ver el auténtico fondo de la cuestión".Según Carlos Novella, de la Sociedad Española de Ornitología y asesor de la CE en materia de medio ambiente, "el problema de la falta de poder que aqueja a la AMA es en realidad el reflejo de la dispersión que en materia de medio ambiente tiene lugar en las diferentes administraciones españolas". Si el medio ambiente, dentro del Gobierno central, tiene sus competencias dispersas por más de 17 organismos inconexos, las agencias de medio ambiente regionales son casi siempre Ias segundonas autonómicas: en Valencia depende de la Consejería de Administraciones Públicas; en Cataluña aparece repartida entre varias consejerías diferentes; en Madrid, su capacidad de actuación se ve constantemente hipotecada por decisiones políticas que a menudo nada tienen que ver con los intereses o necesidades de la conservación".Guardas forestalesLo que no admite Luis Maestre, director de la AMA madrileña, es la acusación de los ecologistas más radicales de que "no se ha hecho nada durante la anterior legislatura". Y poniendo un voluminoso montón de estudios y documentos sobre la mesa, pasa a demostrarlo. "Sólo en lo que a política forestal se refiere, se ha conseguido controlar por parte de la AMA hasta la octava parte de los montes madrileños".

En su opinión, dos grandes problemas permanecerían sin resolver: uno, la necesidad urgente de aumentar la plantilla de guardas forestales en la región (100 en la actualidad; se necesitarían 350, según fuentes del sindicato UGT), otro, la dotación de medios suficientes para acometer tratamientos silvícolas generalizados.

La recuperación de los bosques de ribera y arroyos (una de las peticiones más reivindicadas por los ecologistas) es, en su opinión, "un asunto grave, pero en el cual la AMA puede hacer muy poco; el asunto depende de la Confederación Hidrográfica del Tajo", a su vez un lento organismo del Ministerio de Obras Públicas, y del Gobierno central.

En este fárrago de organismos públicos se pierden sin duda las soluciones a muchos problemas del medio ambiente de los madrileños, como, por ejemplo, el de los basureros de los pueblos del valle del Lozoya. La planta de transferencia .de Lozoyuela, que deberá solucionar el problema, fue contratada por la AMA a la empresa pública Tragsa en diciembre de 1989 por un importe de 17.235.914 pesetas. Esta última se comprometió a culminar los trabajos en el plazo de un año. Ello todavía no ha ocurrido en estos momentos. Una lluvia de protestas se derrama cada día que pasa sobre la AMA. El caso no es único, sino sistemático...

Un buen invento madrileño han sido los acuerdos del AMA con cooperativas de limpieza y mantenimiento comarcales por las que éstas pasan a encargarse de limpiar diversos sectores madrileños conflictivos o de alto valor natural. Su actuación resulta fundamental en las áreas serranas, en el suroeste madrileño, en la zona de San Martín de Valdeiglesias. Por desgracia, aunque el sistema funciona, la burocracia impide anualmente su ejecución continuada. Luis Maestre sólo pide, por lo menos, poder contratar a estas cooperativas "sin trabas y durante varios años".

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En el haber de la AMA durante estos últimos cuatro años también estaría la ejecución en un 80% del parque periurbano de La Polvoranca (entre Fuenlabrada y Móstoles), el parque sur de Getafe, el norte de Fuenlabrada y las zonas verdes en torno al arroyo del Culebro; en su conjunto, un parque lineal que los ecologistas consideran prioritario hasta su enlace futuro con el parque natural del sureste metropolitano. "Además, hemos instalado minicentrales eléctricas en la traída de aguas del Canal de Isabel II, publicado las propuestas para la utilización de energías renovables en Madrid, expropiado el carrizal de Villamejor (cuyo propietario estaba destruyéndolo impunemente) y culminado el primer estudio completo de los suelos madrileños", subraya Maestre.

¿Y en cuanto a la creación de los cinco parques naturales solicitados por la Asamblea regional, avalados por los inventarlos de la Comunidad Europea y gravemente amenazados en la actualidad? "Estoy de acuerdo", afirma Luis Maestre, "ésta sí es una asignatura pendiente".

Los cinco parques en litigio

Cuando la Asamblea de,Madrid aprobó por unanimidad la declaración de cinco nuevos grandes espacios protegidos en 1990 (Peñalaravalle del Lozoya; la confluencia del Jarama-Manzanares; la sierra norte; el eje del río Guadarrama y los encinares del suroeste regional), el plazo que se estableció para llevar dicha decisión a la realidad palpable fue de un año. Un año y medio después, nada se ha movido en tal sentido, mientras las amenazas sobre ellos han aumentado significativamente en número e intensidad, y los ecologistas acusan a la AMA de "parálisis".Según explica Luis Maestre, la Agencia de Medio Ambiente ha cumplido escrupulosamente el mandato de la Asamblea de Madrid, culminando el estudio técnico de los previstos cinco espacios a proteger en breve plazo". Dichos estudios (cinco gruesos volúmenes de pormenorizado análisis territorial, evaluaciones científicas, propuestas de límites, avance de planes de uso y gestión) fueron enviados ya hace meses al Gobierno regional. Según coincidieron en afirmar todos los científicos y conservacionistas consultados, éste sería el punto muerto donde sistemáticamente quedaría bloqueada la mayor parte de los proyectos medioambientales de la AMA.

Tanto para Carlos Martín Novella, de la SEO, como para Miguel Ángel Fernández, de la FAT, "el Consejo de Gobierno no ve claro en absoluto la declaración como parque natural de cerca del 40% del territorio madrileño".

Según algunas opiniones de miembros del propio Gobierno autónomo, el pulso por la declaración de los cinco parques en cuestión enfrentaría desde hace meses a la AMA con los intereses de la Consejería de Política Territorial, y especialmente de la de Agricultura, que verían perder en tal caso, de una tacada, buena parte de sus atribuciones sobre la superficie madrileña a favor de la AMA y los planes de uso y gestión de los futuros parques. Una guerra de taifas que podría estar afectando gravemente al patrimonio natural madrileño.

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