"Alto el fuego en el Sáhara, el 6 de septiembre"
ANA CAMACHO ENVIADA ESPECIAL"La puesta en práctica sobre el terreno del plan de paz de las Naciones Unidas para el Sáhara occidental ha empezado ya", asegura Mohamed Abdelaziz en una entrevista concedida a EL PAÍS en los campos de refugiados saharauis situados en Tinduf, en el sur de Argelia, esta semana.
En la entrevista anuncia la aceptación del próximo 6 de septiembre como "fecha definitiva para el establecimiento del alto el fuego", que debe ser el punto de arranque de esta "fase final". Un paso cuya importancia clave para el futuro del pueblo saharaui es equiparable, según Abdelaziz, al modelo de Estado adoptado por el VIII Congreso del Frente Polisario, que acaba de celebrarse y en el que el dirigente saharaui ha vuelto a ser elegido para estar al frente de la dirección de dicho movimiento de liberación.
Pregunta. ¿Cuáles han sido los puntos debatidos en el VIII Congreso que el Polisario acaba de celebrar?, ¿dónde ha sido más difícil lograr un consenso?
Respuesta. Las divergencias han sido insignificantes; las discusiones serias y constructivas, y la unanimidad total en todas las decisiones y proyectos adoptados en este congreso.
P. ¿Cuáles son para usted los resultados más significativos de estos debates?
R. Uno de los documentos más trascendentales es el que se centra de forma especial en el proyecto de Estado saharaui para después del logro de la independencia. Sus puntos básicos son la adopción de un modelo de Estado democrático basado en el multipartidismo, un sistema presidencialista, la existencia de un Parlamento, un poder judicial independiente, la economía de mercado libre y la defensa de los derechos humanos.
Las zonas ocupadas
P. ¿Cuál ha sido el papel desempeñado por los representante saharauis que han acudido de la zonas ocupadas por Marruecos y cómo se prevé su integración en este modelo de futuro Gobierno?
R. Las poblaciones de las zonas ocupadas por Marruecos consideran que el Polisario es su único y legítimo representante, y abrazan la República Saharaui como su Estado. Pero, evidentemente, la represión que reina por parte de Marruecos en estas zonas impide que pueda producirse una manifestación pública de esta opción.
Pero antes y durante los trabajos del VIII Congreso ha habido un conocimiento muy directo de lo que opinan estas poblaciones con respecto a los proyectos que iban a ser debatidos. Estas decisiones han recogido de forma muy considerable los puntos de vista de estas poblaciones. En el secretariado nacional, en cuanto instancia política suprema del Polísario y de los saharauis, hemos establecido que, de un total de 73 miembros, 20 correspondan a las poblaciones de los territorios bajo control de Marruecos. Los nombres de cada uno de ellos no han podido ser hechos públicos en las actuales circunstancias, por motivos de seguridad.
P. En su discurso inaugural del VIII Congreso, usted se refirió a la necesidad de remediar las "lagunas jurídicas" del Polisario. ¿A qué se refería?
R. Tanto el Polisario como el Estado saharaui son dos elementos incipientes, y, como consecuencia de ello, no es de extrañar que, tanto en el aspecto social como en el administrativo, no todo haya sido perfecto. Por supuesto, en el aspecto jurídico ha habido deficiencias o insuficiencias, y hemos trabajado para remediarlas. No se han elaborado todos los aspectos que se refieren a un código completo de leyes. Lo que se ha pretendido es crear una Constitución que mañana será la madre de todas las leyes.
P. ¿No le parece un poco prematuro hablar de situación posreferéndum y de independencia?
R. Nosotros consideramos que la celebración del referéndum es ya una operación irreversible y que se va a realizar de una manera seria. Hemos recibido una carta oficial del secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, proponiendo la fecha del 6 de septiembre para el establecimiento del alto el fuego en el Sáhara occidental, y respondimos a dicha propuesta de forma positiva antes del 14 de junio. Creemos que Marruecos ha aceptado también positivamente esta propuesta. En lo que respecta a los resultados del referéndum, estamos convencidos de que serán favorables, de forma total, a la independencia saharaui.
P. ¿Han establecido ya la duración definitiva del periodo de transición al multipartidismo?
R. El espacio de esta fase transitoria lo decidirán las exigencias y los dictados de las circunstancias a las que nos enfrentemos cuando estemos allí [en las zonas ahora bajo control marroquí]. Lo que sí es evidente y claro es el compromiso del Frente Polisario de que esta fase transitoria tiene que culminar en elecciones parlamentarias y presidenciales con la participación de todas aquellas fuerzas políticas que lo deseen.
P. ¿Qué posibilidades hay de manipulación en la elaboración de la lista de votantes?
R. La cuestión fue zanjada por el propio plan de paz de la ONU al considerar que el censo español de 1977 será la base fundamental para establecer dicha lista. Este plan habla tanto de los saharauis que figuran en el censo como de los saharauis que, sin figurar en el mismo, pueden probar que vivieron en el Sáhara occidental durante la ocupación española con sus correspondientes documentos de identidad nacional expedidos por las autoridades coloniales.
Respecto al primer caso, somos conscientes de que en cualquier censo hay un margen de error, que en este caso se calcula entre 500 y 2.000 personas; un margen que en ningún caso podría ser significativo en los resultados del referéndum. En cuanto se superase esta cifra de forma sospechosa, sería evidente que nos hallaríamos ante una operación de falsificación.
Respecto a la segunda opción, hay tres mecanismos para evitar las manipulaciones: la intervención de los expertos de las Naciones Unidas; los archivos españoles donde se guardan las copias de los documentos de identidad nacional expedidos durante la colonización, y, por último, la intervención de los notables saharauis que conocen a cada una de las personas.
P. En caso de lograr la independencia ¿cuál será la actitud del nuevo Estado hacia las poblaciones saharauis que no residieron en él durante la colonización española?
R. El nuevo Estado saharaui será una patria para todos los saharauis que quieran volver, tanto si fueron censados como si no; no importa que procedan de Mauritania, Marruecos, Argelia u otros países extranjeros.
Política exterior
P. ¿Cuál será la política exterior del nuevo Estado?
R. Tras el logro de la independencia, necesitaremos grandes potencialidades en el campo financiero, de las que actualmente carecemos. Al principio intentaremos resolver estas dificultades mediante la cooperación, especialmente con Europa y con los países del Magreb.
Nuestra política exterior se caracterizará por la neutralidad y la buena vecindad con todos los países de la región y, por supuesto, con una política constructiva que tienda a eliminar las secuelas derivadas de 17 años de enfrentamientos armados con Marruecos.
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