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Otros Pablos continuarán el negocio

Para el Gobierno colombiano sigue vivo el problema del narcotráfico

Es algo que está claro: la entrega de Pablo Escobar y seis de sus más importantes colaboradores dentro de la organización dedicada al comercio de la cocaína en nada afecta a este negocio. Mientras existan en el mundo millones de consumidores dispuestos a pagar altos precios por el alcaloide, existirán otros Pablos dispuestos a mantener el tráfico ilegal. Así se reconoce en los altos círculos del Gobierno y en los corrillos de la calle, en los cuales se comenta a diario las incidencias de la entrega del jefe del narcotráfico.

"El problema que tiene que resolver Colombia no es el narcotráfico; eso no está en las manos del pueblo colombiano. Baste decir que la demanda norteamericana de cocaína, que presiona duro sobre los mercados latinos, es el equivalente al producto interior bruto de Colombia en un año: 50.000 millones de dólares. Es imposible para un país andino no ampararse sobre un producto de tanta presión en los mercados", dijo a EL PAÍS Francisco de Roux, director del Centro de Investigaciones Sinep.Al cartel de Medellín se le acusó de suministrar el 80% de la cocaína que entra en Estados Unidos. En los últimos años sus redes se extendieron a Europa y a Japón. Hoy sus grandes jefes, Pablo Escobar y los tres hermanos Ochoa, están encerrados en prisión. Según la DEA (agencia norteamericana contra la droga), desde que se inició el desmoronamiento de la organización dirigida por Escobar, el cartel de Cali suplantó al cartel de Medellin en el control del narcotráfico.

Algo cierto es que la política del actual Gobierno, a la que Carlos Jiménez, ex procurador y hoy apoderado de los tres hermanos Ochoa, califica de "combinación de los imperativos de la justicia con las exigencias del sentido común", ha traido como consecuencia que el negocio de la cocaína se desplace a los países vecinos.

En los seis primeros meses de este año se han incautado 47 toneladas de cocaína, el equivalente a todo lo decomisado en todo el año anterior. Esta cifra la repite el presidente César Gaviria en todos sus discursos para certificar la eficacia de su gestión.

Los primeros efectos de la entrega de la cúpula del cartel de Medellín se han sentido ya en la economía colonmbiana. "Medellín volvió a nacer", comentan los empresarios de esa ciudad, la más afecta a por el narcoterrorismo. El presidente del Banco Cafetero, Luis Prieto, se mostró optimista ante las perspectivas que se abren para la inversión extranjera; y el ministro de Desarrollo, Ernesto Samper, aseguró que si a la entrega de Pablo Escobar se le puede sumar un acuerdo con los grupos guerrilleros, el panorama permitiría asegurar que el país ganaría un 1% en su crecimiento económico.

Por otra parte, la guerrilla y el Gobierno colombianos no llegaron a ningún acuerdo sobre un alto el fuego y el fin de las hostilidades, tras 20 días de discusiones en Caracas, pero, en cambio, avanzaron en aspectos colaterales del proceso pacificador, informa desde Caracas . A pesar de los desacuerdos, el diálogo se reanudará el 15 de julio próximo.

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