García Vargas defiende en Morón la intervención de España en la guerra del Golfo

M. G. El ministro de Defensa, Julián García Vargas, defendió ayer la intervención española en la reciente guerra de] Golfo durante su visita a la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla), de la que partieron gran parte de los bombarderos norteamericanos B-52 que atacaron a Irak. Julián García Vargas indicó que la cooperación de España se produjo "a instancias de la ONU y encuadrada en el convenio bilateral con los Estados Unidos" y que fue coherente con la decisión del Gobierno español de colaborar con Naciones Unidas, "tanto en misiones de tipo humanitario, como de intervención".

El titular de Defensa no encontró apenas rastro de la febril actividad desarrollada por los norteamericanos en Morón durante los pasados meses de enero y febrero.

'Ataque'

La huellas dejadas por los neumáticos de los B-52 en la pista, de casi tres kilómetros y medio de largo, y un avión cisterna KC10 averiado eran el único recuerdo visible en una base en la que actualmente sólo hay tres militares de Estados Unidos, según fuentes españolas.

No obstante, las grandes antenas del centro de comunicaciones de la Navy y los hangares y depósitos repletos de vehículos, munición y combustible evidencian que Morón de la Frontera puede recuperar en cualquier momento su pasada actividad, si fuera necesario.

La visita de García Vargas no se vió afectada por el ataque por sorpresa que, en el transcurso de la misma, perpetraron cazas F1-8 de la base de Torrejón (Madrid) a los que hicieron frente Mirage F-1 de Los Llanos (Albacete), desplegados en la base sevillana con el objetivo de defenderla.

Según los comentarios que hicieron varios militares españoles, el resultado del ejercicio hubiera sido poco tranquilizador para los visitantes de no tener carácter simulado.

El ministro de Defensa, acompañado por el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, teniente general Ramón Fernández Sequeiros, anunció su propósito de convertir a Morón en la "gran base aérea del sur", trasladando progresivamente a la misma los aviones de patrulla marítima P-3 Orión, ahora ubicados en Jeréz.

Igualmente, García Vargas señaló que la presencia norteamericana en las bases de Morón y de Rota (Cádiz) no sufrirá alteraciones sustanciales, aunque está previsto llevar a la primera los aviones cisterna que Estados Unidos tiene ahora en la base de Zaragoza.

Respecto a, Torrejón, de Ardoz, el ministro de Defensa indicó que se han iniciado conversaciones con el Ministerio de Transportes para que la base madrileña pueda "dar apoyo en algunas tareas al aeropuerto de Barajas", sin perder su carácter preferentemente militar.

En concreto, el Ministerio de Defensa está preparando el traslado a Torrejón del Grupo 45 del Ejército del Aire, dedicado al transporte de personalidades, que liberaría para uso civil las instalaciones que ahora ocupa en Barajas.