La Muestra de Folclor reúne a jóvenes interpretes de toda España

Pamplona acogió, durante el pasado fin de semana, la Muestra de Folclor para Jóvenes Intérpretes, que obtuvo un rotundo éxito. El grupo aragonés Cornamusa y el dúo Hermanos Hevia Velasco, de Asturias, fueron los vencedores en las modalidades de folclor actual y tradicional, respectivamente. Tanto las actuaciones de estos dos grupo como de los cuatro finalistas restantes sirvieron para dejar patente una vez más la creciente vitalidad de estas músicas y su implantación en sectores cada vez más jóvenes.

Una vitalidad que se evidenció tanto en el entusiasmo y calidad de los Intérpretes como en la entrega de un público que, sin ser muy numeroso, acogió cada intervención de forma sumamente calurosa.Los seis grupos finalistas actuaron en la noche del sábado, en una larga maratón de más de cinco horas, en el teatro Gayarre de Pamplona, con una sonorización de lujo y una exagerada luminotecnia, más propia de un concierto de pop-rock, que no benefició en absoluto a las tres parejas de folclor tradicional, que con el nervioso movimiento de los varilites quedaron francamente desubicadas.

Treinta y cinco grupos de todas las autonomías y de los estilos más diferentes habían presentado sus trabajos a la fase clasificatoria de la muestra. "Una cifra realmente alta, si se tiene en cuenta que este año la convocatoria fue algo precipitada", explicó Juan Jesús García Merayo, director técnico del Área de Música del Instituto de la Juventud y responsable de las diferentes muestras que convoca este organismo. "A pesar de haber disminuido el número, ha aumentado notablemente la calidad y, lo que es más importante, se ha unificado".

Esa calidad y esa preferencia fueron las que se lo pusieron difícil al jurado en el momento de las deliberaciones, ya que tanto el dúo vallisoletano La Charambita como el mallorquín Xeremiers de Sa Calatrava podían haber alcanzado el premio de forma merecida. Los ganadores, los hermanos José Angel y María José Hevia Velasco, de 23 y 21 años, presentaron un repertorio para gaita y tambor o acordeón diatónica, y sorprendieron tanto por la seriedad y el virtuosismo como por el entusiasmo y frescor de sus interpretaciones. "Cuando comencé a tocar la gaita, a los ocho años, en Asturias sólo existían nueve parejas de gaiteros; ahora hay ya más de 1.500 en una población de un millón de habitantes. En estos momentos enseño la gaita asturiana a más de 90 alumnos", explicó José Ángel.

En el apartado de folclor renovado, Cornamusa se mostró ya como un claro vencedor desde el primer momento, con una hábil e inteligente combinación de ritmos e instrumentos acústicos tradicionales con la fuerza de un bajo eléctrico y una batería. Los otros dos grupos que llegaron a la final fueron los gallegos Matto Congrio y los cántabros Sel de Coz.

En la mañana del domingo, los dos grupos vencedores se dieron cita en la plaza del Castillo para una actuación al aire libre que no congregó todo el público que se merecía, como tampoco lo congregaron las actuaciones de Kepa Junquera, vencedor del pasado año, o las fanfarrias callejeras de la Orquestina del Fabirolo de la Fanfarre Muthiko Alaiak. Los que sí abarrotaron el teatro Gayarre en la noche del domingo fueron The Pogues, que actuaban como grupo invitado de la muestra. La visión etílica y desmadrada de los ritmos más convulsivos y bastardos del folclor irlandés hicieron mella en el público pamplonica, y el teatro Gayarre perdió su ancestral solemnidad para ver cómo todos sus pasillos se inundaban de alocados bailarines en un excesivamente desmadrado fin de Fiesta, que contrastó con la seriedad de todo el certamen anterior.