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Cinco funcionarias denuncian a un alcalde de Valencia por acoso sexual

La secretaria particular del alcalde de Alboraya (Valencia), la alguacil del Ayuntamiento y tres funcionarias más han denunciado a José Cabello, de 55 años, casado y con cuatro hijos, de los delitos de "acoso sexual y prevaricación". Las cinco mujeres aseguran que el alcalde aprovechaba su despacho para intimidarlas y manosearlas. Cabello niega los hechos y asegura que es una maniobra política para impedir su consolidación como candidato a la alcaldía, pendiente de un pacto político con el partido regionalista Unión Valenciana.

Rosana Alfonso es una joven de Gandía que comenzó a trabajar en el Ayuntamiento de Alboraya, un municipio de 11.000 habitantes del área metropolitana de Valencia, tras ganar unas oposiciones para auxiliares administrativos. Cuatro días después de ocupar la plaza tuvo su primer contacto con el alcalde y su primer conflicto. "José Cabello me hizo pasar a su despacho y tras cerrar el pestillo y poner música romántica, se acercó y me cogió las manos diciéndome que le contara mis problemas", afirma Rosana que reconoce que se sintió desconcertada. "Me dijo que era dulce, que tenía los ojos pícaros y que le estaba alegrando la mañana. En un descuido me besó en la boca", dice.Días más tarde de este episodio Rosana se dirigió a María Jesús Furió, alguacil del Ayuntamiento y delegada de personal por la UGT, y le pidió información para afiliarse al sindicato. "A mí me extrañó que a los cuatro días de trabajo Rosana solicitara. su alta sindical e intuí que pasaba algo", asegura María Jesús, que añade: "Hablamos y pronto comprendí que había sido objeto del mismo trato indigno que yo venía sufriendo desde hacía un año",

María Jesús, casada con el cabo Ángel, responsable de la policía local de Alboraya, afirma que José Cabello le había acosado sexualmente con frecuencia. "Yo no me dejaba pero, tras una crisis matrimonial, tenía miedo de denunciar y perder mi puesto de trabajo", explica la alguacil.

Después de que Rosana y María Jesús compartieran su indignación, otra joven funcionaria, María del Carmen Miguel secretaria particular de Cabello, coincidió con sus compañeras y juntas deciden "hacer algo". María del Carmen ocupó este puesto de libre designación de la alcaldía gracias a la amistad de su padre con José Cabello.

"Soporté la actitud de acoso del alcalde sin decirle nada a mis padres, para evitar un conflicto, pero cuando hablé con el resto de las compañeras decidí pasar a la acción", afirma María del Carmen. La semana pasada las denunciantes, acompañadas de algunos familiares, acuden al despacho de Cabello. María del Carmen recuerda que el alcalde les pidió perdón y les dijo: "¿Qué quereis, que me tire por la ventana?". Las funcionarias sólo le pidieron una cosa: "Dimite".

Rosana, María Jesús, María del Carmen y dos funcionarias más, Pilar Dolç y Amparo Baquero, presentaron una denuncia ante la fiscalía de Valencia contra Cabello por los presuntos delitos de acoso sexual y abusos deshonestos.

Las bragas del pueblo

El alcalde, que trabajó durante años en la desaparecida Prensa del Movimiento, niega la versión de las funcionarias y asegura que todo es una maniobra política. "Es mucha casualidad que, a pocos días de firmar un pacto entre el PP y Unión Valenciana para que yo sea alcalde, se presente esta denuncia" afirma. José Cabello, natural de Écija (Sevilla), vino a Valencia para realizar el servicio militar y se quedó para siempre, después de casarse. Falangista y simpatizante de Fuerza Nueva, de Cabello se cuenta una anécdota que se ha convertido en una leyenda en Alboraya.Según los vecinos el alcalde se jactaba al afirmar: "Desde las vías del tren de Alboraya hasta Tabernes, -localidad cercana-, me conozco todas las bragas".

Más de un centenar de personas se concentraron el miércoles en el Ayuntamiento para pedir la inhabilitación y dimisión del alcalde. José Cabello aseguró ayer que jamás había visto en el pueblo "tantas lesbianas juntas".

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