La contundente victoria de Yeltsin inicia el poscomunismo en Rusia

Rusia tiene, por vez primera en su historia, un zar democrático. Las urnas coronaron el miércoles a Borís Yeltsin, comunista durante 29 de sus 60 años y principal rival del presidente de la Unión Soviética y secretario general del partido comunista, Mijaíl Gorbachov. Yeltsin no necesitará una segunda vuelta para convertirse en el primer presidente elegido de la mayor de las repúblicas de la URSS, en la que viven 147 millones de los 285 millones de ciudadanos soviéticos.

Su contundente victoria (podría obtener hasta el 60% de los votos) es el primer fruto verdaderamente democrático de la perestroika iniciada en 1985 por Gorbachov e inaugura solemnemente la era del poscomunismo en la URSS. Dos de sus principales aliados políticos, los alcaldes de Moscú y Leningrado, Gavril Popov y Anatoli Sobchak, respectivamente, revalidaron con él en las urnas su mandato, al tiempo que los habitantes de Leningrado, la ventana hacia Europa, mostraron su preferencia por devolver a la segunda ciudad de la URSS el nombre de San Petersburgo que le dio el zar Pedro I.La Casa Blanca felicitó ayer a Yeltsin, que será recibido por el presidente George Bush el día 20. "Deseamos cultivar las mejores relaciones con los dirigentes de todas las repúblicas de la URSS", afirmó el portavoz presidencial, Marlin Fitzwater, que recordó que Bush, firme defensor de Gorbachov, ya ha recibido a los presidentes de las tres repúblicas bálticas.

Precisamente ayer, John Major, jefe del Gobierno británico y anfitrión de los Siete Grandes a mediados de julio, invitó oficialmente a Gorbachov para que viaje a Londres en esas fechas a fin de exponer sus necesidades económicas a los líderes de los países más ricos, una vez que haya concluido la cumbre.

El presidente del Gobierno español, Felipe González, que se negó a recibir a Yeltsin cuando visitó España el año pasado, se entrevistará con él cuando viaje a Moscú dentro de tres semanas.

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