Antiguos guerrilleros de la Contra asaltan una ciudad en Nicaragua
El proceso de reconciliación en Nicaragua vuelve a estar amenazado. Un grupo de 150 antiguos guerrilleros de la Contra ha tomado de nuevo las armas, ahora contra el Gobierno conservador de Violeta Chamorro, y se ha hecho fuerte en San José Bocay, un pueblo de 5.000 habitantes al norte del país, tras un breve tiroteo con un grupo de soldados. Los antiguos guerrilleros, de tendencia ultraderechista, se hacen llamar ahora recontras.
Los recontras saquearon ayer la oficina en San José Bocay de la comisión internacional de apoyo y verificación de los acuerdos de Esquipulas II (que dieron paso a la pacificación del país) y varias oficinas gubernamentales, según fuentes militares.
Las comunicaciones entre San José Bocay y el resto del país quedaron cortadas tras la entrada de los recontras, y se ignora hasta el momento si el enfrentamiento entre guerrilleros y soldados causó víctimas.
Dilema para Chamorro
La presidenta Violeta Chamorro, elegida con el apoyo de la Contra, se enfrenta ahora a un dilema: puede recurrir a la fuerza militar contra algunos de sus antiguos aliados, o acceder a una negociación política, en la que tendría que hacer alguna concesión.La amenaza de un rebrote de la violencia planeaba desde hace semanas sobre Nicaragua, pero el Gobierno la ha minimizado hasta ahora. "Se sienten amenazados [los guerrilleros] y quieren hacer presión sobre el Gobierno, pero no quieren recomenzar la guerra", declaró el presidente del Parlamento, Alfredo César, unas horas antes del golpe de mano de la recontra.
Sin embargo, en las más altas instancias estatales se han cruzado acusaciones sobre el rearme de la Contra. El jefe del Ejército, el sandínista Humberto Ortega -hermano del ex presidente Daniel Ortega-, y el ministro de la Presidencia, Antonio Lacayo, han acusado al vicepresidente Virgilio Godoy de fomentar en secreto la rebelión de los recontras para desestabilizar el país y acabar con el pacto que permitió la convivencia, dentro de la misma Administración, de sandinistas y ex miembros de la Contra. "Estas acusaciones son falsas, y el general Ortega no ha podido aportar la más mínima prueba para avalarlas", respondió el vicepresidente Virgillo Godoy.
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