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Un francotirador, sobrino de un ex ministro, muere tras arrojarse por el balcón de su casa

El arquitecto Jaime Martín-Artajo Gutiérrez, de 45 años, sobrino de un ex ministro de la era franquista, murió ayer por la tarde en el hospital de La Paz a causa de las graves heridas que se produjo al arrojarse desde el balcón de su vivienda, sita en el cuarto piso del número 61 de la avenida de Pío XII Con anterioridad había prendido fuego a la casa y había efectuado al menos 10 disparos con un rifle contra sus vecinos. Un amigo de Martín-Artajo manifestó que éste sufría frecuentes depresiones desde que se separó de su mujer.

A las cuatro y media de la tarde de ayer, los vecinos de la urbanización Los Acebos empezaron a oler a humo: la casa de Jaime Martín-Artajo, en el cuarto piso, estaba envuelta en llamas. De repente, sonaron disparos en el jardín. "Menos mal que en ese momento no había niños, como ocurre siempre", recuerda un joven. Agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana llegaron en pocos minutos y acordonaron la zona.Los policías intentaron entrar en el jardín, pero fueron recibidos a tiro limpio por el hombre que estaba parapetado en la terraza. "Nos tiramos todos al suelo... era como la guerra", dice uno de los que participaron en la operación de asedio al francotirador, dirigida por el comisario Jesús García Ramos, segundo jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana.

Varias balas fueron a estrellarse contra las fachadas de las casas colindantes y una de ellas penetró en la habitación donde dormía una niña. Después, el enloquecido arquitecto lanzó al vacío un televisor, una videocámara, cuadros y otros objetos A veces gritaba: "Que llamen a Manolo Gutiérrez, que llamen a Manolo Gutiérrez", mientras exhibía la foto de una niña vestída de comunión.Cuando cesaron los disparos, el francotirador se colgó de la barandilla de la terraza y, completamente desnudo, estuvo balanceándose durante unos 10 minutos. El inspector-jefe Luis Pinilla, varios policías y un grupo de bomberos se colocaron con una lona debajo del balcón e invitaron a Martín Artajo a saltar. Pero se resistió a hacerlo y, cuando lo hizo, cayó sobre unos setos

Separado de su mujer

"No se quejaba ni decía nada; por lo que nos pareció que sólo había sufrido heridas leves", relataron los testigos. El arquitecto fue trasladado a La Paz, donde falleció unas horas más tarde.Los bomberos tuvieron que trabajar denodadamente para apagar las llamas, pero no pudieron evitar que el piso de Martín-Artajo resultase destruido, así como los cuartos trasteros situados encima. "Es muy posible que provocara el fuego echando gasolina por todo el piso", dijo un bombero.

Nadie se explica lo que pudo ocurrirle al arquitecto. Ni siquiera su sirvienta, María Isabel Cáceres, a la que un minuto antes había ordenado que se marchase al estudio profesional que posee en el piso bajo. "Era un hombre bastante depresivo", comentó un amigo de Jaime Martín-Artajo. Éste se había separado años atrás de su mujer, una irlandesa con la que tuvo una hija. La policía encontró en el jardín varios casquillos Remington del calibre 22 y el rifle utilizado para disparar, además de otra arma larga. Muy cerca del lugar del incidente reside el ministro de Justicia, Tomás de la Quadra-Salcedo.

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