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Ni etarra ni del IRA; simplemente, irlandés

El estudiante que fue vinculado al 'comando Barcelona' entiende su detención

Mark Denis Ronan, nacido hace 21 años en Cork (Irlanda), no emprenderá acciones legales contra las fuerzas de seguridad. Considera "correcta su actuación". Detenido como presunto colaborador del comando Barcelona, Mark abandonó el sábado sin cargos las dependencias de la Guardia Civil en Madrid. Habían transcurrido tres días desde su detención, a las 23.30 del miércoles, cuatro horas después de la matanza de Vic. Ronan opina que todo fue una fatal casualidad. Vivía con el profesor universitario que alquiló el chalé donde se refugiaron los etarras y que aseguró la furgoneta usada en el atentado. Y además es irlandés. No faltó quien creyera encontrar la conexión de ETA con el IRA. Ronan ha contado a este diario el episodio de su detención poco antes de regresar a Irlanda.

La casualidad llevó a Ronan a compartir la vivienda de Jordi Mas Trullenque, de 31 años, en Montcada i Reixac. Becario del programa comunitario Erasmus, llegó a Barcelona a comienzos de septiembre. Vivió en una pensión de La Rambla hasta que el 17 de septiembre encontró a Félix Ferrer, estudiante de Biológicas, colgando un anuncio en la Autónoma de Barcelona (UAB). Jordi Mas, profesor de la UAB, encarcelado ahora por su presunta colaboración con el comando Barcelona, ofrecía en el anuncio una habitación de su casa. En ella vivieron Mas, Ronan y Ferrer hasta dos días antes del atentado, cuando éste último se mudó a otro piso.Ronan explica que conocía a Pilar Ferreiro por su unión sentimental con Mas. "Después de navidades me parece que rompieron, pero continuaban siendo amigos", puntualiza Ferreiro, también en prisión está acusada de colaborar con los terroristas y cobijar a Joan Carles Monteagudo y Juan Félix, Erezuma.

El estudiante irlandés recuerda así su detención: "Llegué a casa sobre las diez y cuarto del miércoles [día del atentado] y me hice la cena. Media hora después llegó Jordi [Mas]", a quien define como "una persona tímida y muy rara". Ronan recuerda que Ferrer le había dicho con anterioridad refiriéndose al profesor: "Prefiere la compañía de los animales a la de los humanos".

"Cuando Jordi regresó a casa", continúa Ronan, "yo estaba viendo las imágenes del atentado. Me preguntó qué había sucedido. 'Ha habido un atentado y han muerto niños', le dije. Él pareció sorprendido, pero no hizo ningún comentario". Poco después llamaron al timbre. Eran las 23.30. Jordi abrió. Era la Guardia Civil. En la calle estaba Pilar, también detenida. Los tres fueron trasladados al cuartel de Montcada, donde comenzaron a ser interrogados por separado y se enteró de la gravedad del caso. En ningún momento fue maltratado. "Me preguntaban sobre mi llegada a Barcelona; mi relación con Jordi; qué había hecho durante los últimos meses, y en concreto el miércoles". Estuvo seis horas en Montcada, después le trasladaron a Barcelona. En la operación también fue detenido en su domicilio familiar de Tarragona Félix Ferrer, puesto en libertad sin cargos el viernes.

Ronan amaneció el jueves en dependencias de la Guardia Civil de Barcelona. "Por la tarde coincidí con Jordi en una sala, donde le interrogaban", recuerda. "Le preguntaban nombres de personas que pudieran estar vinculadas a ETA o Terra Lliure; sobre sus actividades y sus relaciones con Pilar; sobre materiales para una bomba; sobre otras posibles casas", señala. Recuerda que, de vez en cuando, los agentes se dirigían a él para interrogarle sobre respuestas de Jordi. El profesor, recuerda Ronan, declaró a los agentes: "Pilar tiene mucha influencia sobre mí y mis creencias".

Me insistieron, sobre todo, en las circunstancias que rodearon mi primer encuentro con Jordi, Félix y Pilar", recuerda. Pudo dormir, con el estómago vacío, a las tres de la madrugada del viernes. "Cuando me desperté, a las ocho de la mañana, Jordi estaba a mi lado".

Ese día fueron trasladados en un furgón a Madrid, donde pudo dormir toda la noche. El sábado volvieron los mismos interrogatorios, ya menos intensos. "Me explicaron que habían estado en contacto con Londres y que sabían que no era del IRA". Le enseñaron dos fotos: "De los hombres que murieron", señala. Ronan respondió que no había visto nunca a Monteagudo y Erezuma. Y, por fin, los primeros alimentos sólidos, a la una del mediodía. Ronan, que ni ahora ve en Jordi Mas a un terrorista -"los imaginas altos y fuertes, y él es pequeño y de carácter débil", dice-, aguantó 61 horas tomando sólo agua.

Puesta en libertad

Tras la comida intuyó su próxima puesta en libertad, que llegó a las 72 horas de su detención. "Los guardias civiles, que se disculparon por mi detención, me ayudaron a buscar una pensión", continúa. "Les dije que podía quedarme a pasar la noche en la cárcel. Ellos respondieron: 'No, no, no, vete, estás libre'. La actuación de la policía fue buena", reflexiona. "Si eres culpable cometes un error en un testimonio, o te desplomas y te pones a llorar, o algo así. Pero si eres inocente, tienes la oportunidad de decir la verdad", dice.Durmió en una pensión. El domingo tenía 300 pesetas, que usó para telefonear a su madre en Irlanda. Luego paseó por Madrid y se alojó en casa de un funcionario de la Embajada de su país. Ayer voló de Barcelona a Dublín para pasar unos días con su familia y estar con sus amigos del equipo de rugby.

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