Solchaga critica a los países que combaten la recesión recortando sus tipos de interés

Los ministros de Economía y de Asuntos Exteriores de los 24 países miembros de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) levantaron ayer en París acta de un crecimiento económico prácticamente nulo para la primera mitad de este año, y de la esperanza de una recuperación para el próximo semestre y para el año 1992. El ministro de Economía español, Carlos Solchaga, hizo un llamamiento a favor de la necesidad de "no relajar" las políticas monetarias y fiscales en aras del estímulo al crecimiento económico.

En su intervención ante la reunión anual de los ministros de la OCDE, Carlos Solchaga constató -como todos sus colegas- que, incluso con la recuperación prevista para los próximos meses, el crecimiento económico en el conjunto del área de los países miembros de la Organización apenas alcanzará el 1%. El ministro español añadió que la tasa de desempleo conocerá un "nuevo e importante aumento" y calificó de "elevada" la tasa de inflación media del área.Solchaga criticó en París el recorte de tipos de interés y el aumento de los déficits públicos como vías para salir de la recesión que ahora atraviesan las economías anglosajonas y, en particular, Estados Unidos.

España, según informó Solchaga, se alineó en el mismo campo que Alemania: el de los enemigos de una baja significativa de los tipos de interés. Alemanes y españoles sostienen esa postura por razones semejantes: la existencia en sus países de fuertes tensiones inflacionistas. En el caso alemán se trata de una novedad aportada por la unificación; en el español, de una tradición.

Según aseguró el ministro en una conferencia de Prensa posterior a su intervención, España "acepta una reducción de los tipos de interés, siempre y cuando no sea demasiado brusca y precipitada. Nuestras presiones inflacionistas y nuestro déficit en la balanza de pagos nos obligan a mantener el rigor monetario".

Carlos Solchaga rechazó la decisión de "algunos países miembros" a relajar sus políticas monetarias, lo que, a su juicio, ha provocado "una sustancial reducción de los tipos de interés reales [los que resultan tras descontar la inflación] vigentes en la práctica totalidad de los países del área". Esta decisión, unida a una menor lucha contra los déficit públicos, conducirá, según Solchaga, a "resultados extremadamente negativos para la prosperidad de la OCDE en el medio plazo".

El titular de Economía español apoyó tal crítica en dos consideraciones. La primera es que con recortes de tipos de interés y mayores déficits públicos "la recuperación prevista será inevitablemente efimera y, posiblemente, de escasa intensidad". La segunda, es el elevado coste que habría que pagar por tan corta recuperación.

Como alternativa, Solchaga defendió "la aplicación de políticas financieras que aseguren un clima de estabilidad económica en el medio plazo y la introducción de reformas estructurales que contribuyan al crecimiento potencial de la economía".

Solchaga dijo con respecto al pacto de competitividad que el "gobierno está dispuesto a sentarse a negociar sin condiciones con los interlocutores sociales para lograr un acuerdo de progreso" y añadió que "a ver si otros son capaces de hacer lo mismo".

Solchaga defendió "una moderación de los costes laborales unitarios" como única vía para evitar "el deterioro en el empleo del área de la OCDE".