Tres miembros del IRA mueren calcinados en una emboscada del Ejército británico
Tres miembros del IRA perecieron ayer consumidos por el fuego en una emboscada del Special Air Service (SAS, cuerpo antiterrorista de élite del Ejército británico) en Coagh, en el centro de Irlanda del Norte. Las circunstancias de estas tres muertes llevaron a lan Paisley, líder protestante, a hablar de comienzo de una campaña para acabar con el IRA en la provincia, mientras parlamentarios católicos consideraban que el ejército estaba aplicando la ley de la selva. En las últimas cinco semanas ya son 12 la personas muertas en el Ulster por actos relacionados con el terrorismo.
Peter Ryan, Tony Dorris y Lawrence McNally fueron sor prendidos a las 7.30 horas por un comando del SAS apostado en Coagh cuando, según información policial, se disponían a ametrallar a un grupo, de trabajadores protestantes. Los soldados abrieron fuego, con todo, contra el turismo que ocupaban los miembros del IRA, que recibió del orden de 200 impactos.El conductor perdió el control del vehículo, que fue a estrellarse contra una pared y se convirtió en una bola de fuego: los tres cuerpos quedaron convertidos en carbonilla.
La policía acordonó inmediatamente la zona y dijo después que ella no había intervenido. El sello era incuestionablemente del SAS, cuya eficacia en este tipo de acciones, con 19 muertes en cuatro años, lleva a sus críticos a decir que son unos simples ejecutores que violan la legalidad. Los tres miembros del Ejército Republicano Irlandés abatidos hace tres años en Gibraltar también cayeron en una emboscada del SAS.
Radicales
El ametrallamiento ha sonado a música celestial a los protestantes más radicalizados. lan Paisley lo consideró el tan deseado inicio de una operación para acabar con el IRA. El parlamentario católico Seamus Mallon lamentó estas nuevas muertes, que vienen a sumarse a las de tres soldados habidas en el fin de semana, y dijo que ese no parecía ser modo de hacer justicia, sino de aplicar la ley de la selva.
El Sinn Fein, brazo político del IRA, reveló la identidad de los muertos antes que las propias autoridades, y Ken Magginis, un parlamentario protestante que mantiene una base de datos con el quién es quién del terrorismo del IRA, hizo público el activísimo curriculum vitae de los fallecidos.
Con estas muertes ya son 12 las víctimas mortales del terrorismo desde que, a finales de abril, empezaron las conversaciones sobre conversaciones para encontrar una salida a la situación en Irlanda del Norte. Los partidos aceptaron iniciar una negociación con todos los aspectos del secular contencioso a debate en el que también iban intervenir Dublín y Londres.
La idea era obtener un principio de acuerdo, en 10 semanas, pero, consumida la mitad del tiempo, los grupos norirlandeses están enzarzados, tras otras disputas ya superadas, en la identidad del presidente neutral de la segunda fase, cuando Dublín entra en escena par a compartir mesa por primera vez en la historia con los protestantes del Norte. La primera fase de las negociaciones, que lleva más de un mes de retraso, debe implicar sólo a los partidos de la provincia. Dublín entrará luego en el proceso para discutir sobre la eventual relación entre la República y la provincia, y más tarde Londres se sumará a todo el proceso.
Juicio en Holanda
Los cuatro presuntos miembros del Ejército Republicano Irlandés (IRA) que en mayo de 1990 asesinaron a dos turistas australianos en la localidad holandesa de Roermond, tras confundirlos con soldados británicos de permiso, pudieron haber sido juzgados también entonces como supuestos militantes de un grupo terrorista y no sólo por el crimen cometido, informa desde Amsterdam Isabel Ferrer. La audiencia territorial de Den Bosch, que Ayer vio la apelación del fiscal, devolvió la causa al juez de origen para que éste revise dicho punto. Así será posible, su reapertura y con ella incluso la celebración de un nuevo juicio, acerca de la pertenencia del cuarteto al IRA.
El tribunal de Roermond consideró en abril insuficientes las pruebas del fiscal sobre la presunta militancia en el IRA de los cuatro arrestados. El fallo sólo contempló el asesinato, cometido condenando a 18 años de cárcel a su autor material, Gerard Harte, de 27 años. Los otros tres detenidos fueron dejados en libertad sin cargos aunque permanecen en prisión. Sobre ellos pesa una solicitud de extradición cursada por Alemania por actos terroristas allí perpetrados.
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