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LA CIUDAD VERDE

Devorados por los escombros

Madrid pone voluntad para solucionar el problema de los residuos

, En Madrid se moviliza anualmente un volumen de escombros [casi 13 millones de toneladas] superior a la totalidad de los otros residuos sólidos urbanos españoles. Municipios en trance constante de ver su territorio devorado por estos residuos, depositados en anarquía, serían principalmente Getafe, San Martín de la Vega, Parla, Alcalá de Henares, Alcobendas, Colmenar Viejo o la propia periferia de la capital.

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Luis Felipe G., contratista de obras de pequeña envergadura, especializado en chapuzas domésticas cuya máxima cota alcanza "el derribo de un tabique, la renovación de un cuarto de baño o el cierre de esas terracitas que se pueden ganar para el salón", ha venido haciéndolo siempre del mismo modo "desde hace 24 años"; mete los cascotes resultantes en unos sacos de plástico, los transporta en su vieja furgoneta hasta la carretera de Villanueva del Pardillo, M-509, y allí, "camino de casa", los esparce, sencillamente, por las cunetas.Otros puntos conocidos dentro del gremio "para este menester" serían también el cruce de Villalba a Galapagar, la zona del butano en Guadarrama, los alrededores de Moralzarzal, la cañada real Galiana, pero más especialmente, todo el sector sureste metropolitano (Arganda, Rivas-Vaciamadrid, etcétera), la zona del escombro ilegal por excelencia.

Montañas de cascotes

En opinión de Luis Maestre, director de la Agencia del Medio Ambiente (AMA), "durante décadas, el descontrol sobre el vertido de los escombros ha venido siendo la norma habitual", ante la permisividad de las autoridades y la pasividad por parte de los ciudadanos. Así las cosas, recorrer Madrid supone todavía toparse con una sucesión de montañas artificiales de cascotes sobre las cunetas, los terraplenes, las cañadas o los márgenes de los ríos. Sin embargo, y según se reconoce en medios comunitarios, Madrid se contaría "entre las regiones de la Comunidad Europea que más voluntariosamente están enfrentándose a este problema insostenible"."Los esfuerzos de las autoridades autonómicas por poner fin a este estado de cosas necesitan la colaboración de todos los ciudadanos", explica Maestre. La AMA mantiene un teléfono verde (542 06 06) a tal fin, en el cual se debe denunciar cualquier escombramiento ilegal que observe un ciudadano. "A partir de esta información, la agencia abordará la limpieza del lugar afectado, y siempre que sea posible emprenderá acciones legales contra el escombrista ilegal, sea éste grande o pequeño". Según la actual ley madrileña para la conservación del medio ambiente, este tipo de prácticas queda terminantemente prohibido, con multas de hasta un millón de pesetas.

"Lo más grave es que, a menudo, camuflándose en esta práctica inculta e incívica de tirar en cualquier sitio los restos de las obras, traficantes de residuos estarían escondiendo criminalmente otros restos industriales mucho más peligrosos "denuncia la asociación ecologista Amigos de la Tierra. Así, a menudo, muchas escombreras madrileñas, a simple vista vulgares montones de basura, acaban por resultar verdaderos y peligrosos "reactores químicos en potencia, bombas retardadas que continúan destilando sus venenos a través de las filtraciones y el agua subterránea". La única forma de luchar contra tales actos criminales "es la utilización inflexible de los vertederos controlados de residuos inertes".

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En estos momentos, el mapa madrileño de los grandes vertederos controlados para los escombros es el siguiente: cuatro ya en funcionamiento (Colmenar Viejo, San Sebastián de los Reyes, Mejorada del Campo y Getafe); otros tres en construcción (Santa María de la Alameda, Móstoles y Arganda), y ocho más en proyecto (Valdemaqueda, Guadarrama, tres en Colmenar Viejo, Parla-Fuenlabrada, Valdemoro y Aranjuez). En general, para establecer estos vertederos controlados específicos para escombros, se procura aprovechar una cantera abandonada.

La lucha contra los escombristas ilegales es en estos momentos general en todas las regiones de la Europa comunitaria. De Creta al irlandés condado de Galway, de Jutlandia a Madrid, se trabaja prioritariamente en la tarea de localizar inventariar todas las escombreras salvajes, grandes y pequeñas, que ensucian el paisaje.

Los datos europeos son escalofriantes. Según la Dirección General 11, en Bruselas, responsable para el medio ambiente de la CE, "todos los países industrializados cometieron en el pasado los mismos errores". Los alemanes, por ejemplo, han localizado 35.000 puntos de descarga ilegal de escombros en su territorio. En 5.000 de estos puntos, camuflados entre restos de obras de construcción, se han detectado residuos químicos inquietantes, lo que en Holanda ha supuesto, en dos ocasiones, evacuaciones de más de 2.000 habitantes.

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