Ruedas con llantos

A 2.000 trabajadores de Michelín en Vitoria se les ha atragantado el número cinco. Este mes de junio pondrán dos velas a su particular lucha contra el quinto equipo de trabajo, 182 personas que producen los sábados, domingos y festivos. Tras haber parado todos los sábados, la empresa cifra las pérdidas en 7.000 toneladas de neumáticos.

La movilización costará a cada uno de los obreros unas 100.000 pesetas al año. Michelín-Vitoria se enfrenta además a una regulación que afecta 1.519 trabajadores.Raquel nació en setiembre de 1989, mientras su padre, con un megáfono en la mano, pedía por las calles de Vitoria la paralización del trabajo continuado. Ese mismo mes comenzó a funcionar. En dos años de conflictos los 64 nuevos padres de Michelín, como el de Raquel, han acudido puntuales a las manifestaciones convocadas todos los jueves por la Confederación General de Trabajadores (CGT), segundo sindicato de la factoría alavesa, y secundadas por la Unión Socialista de Trabajadores (UST) y la Coordinadora Unitaria de Izquierda Sindical (ESK-CUIS). Las manifestaciones han ido acompañadas de huelgas sistemáticas todos los sábados para pedir la supresión de ese sistema, e impedir que se extienda a todo el proceso productivo, 3.700 trabajadores de la planta alavesa.

Visto bueno

A pesar de que el Gobierno vasco dio el visto bueno al sistema, y las centrales sindicales CC OO, 9 representantes en el comité de empresa, y UGT 5, la CGT no está dispuesta a ceder ni un palmo. Para este sindicato el hecho de que el acceso al quinto equipo sea voluntario y reciban un plus de 35.000 pesetas no cambia las cosas. "Hay que ser realistas" asegura Enrique Barrigón, "nos dijeron que el quinto equipo crea empleo, y ahora están en marcha casi 800 prejubilaciones y una regulación que afecta en total a 1.519 personasSubraya además que el objetivo es abaratar el producto con una rápida amortización de la maquinaria.

Los responsables de CC OO y UGT les acusan de estar haciendo a la empresa la regulación de empleo prevista. "Eso es incierto", dice el secretario general de la CGT, "son dos cosas diferentes, y no podemos dejar una protesta por la regulación. En todo caso plantearíamos otro tipo de reclamaciones". Michelín implantó el sistema en 1.989 en el taller de cocción de neumáticos para afrontar la fuerte demanda de neumáticos gigantes, según la empresa. La CGT cree que se trata de un plan piloto.