Cuatro policías municipales, detenidos por tráfico de drogas
Cuatro agentes de la Policía Municipal de Madrid se encuentran detenidos en la comisaría del distrito de Centro, acusados de hallarse presuntamente implicados en tráfico de drogas, según informaron fuentes policiales. Ayer solamente se conocía la identidad de dos de ellos: Manuel Antonio P. V., que desde hace años venía siendo objeto de expedientes disciplinarios por ocasionar reiterados malos tratos a diversos ciudadanos; y Luis Ricardo B. d o R., que el pasado febrero fue expulsado del cuerpo por espacio de cuatro años.Inspectores del Grupo Zonal de la comisaría de Centro se hallaban desde hace meses tras los pasos de un grupo de policías municipales presuntamente involucrados en diversos tipos de corrupción. Las investigaciones han finalizado ahora con el arresto de cuatro de los sospechosos, "que fueron sorprendidos con las manos en la masa", según los medios informantes. Anoche, la Jefatura Superior de Policía no había facilitado ninguna información sobre el caso.
Fuentes de la Policía Municipal no pudieron facilitar anoche más información sobre el caso, aunque aseguraron que son sólo dos los agentes que están detenidos en la comisaría de la calle de la Luna. Según los mismos medios, el juez encargado del caso ha decretado el secreto de las actuaciones sumariales.
Malos tratos
Manuel Antonio P. V. se encontraba actualmente de baja por enfermedad, después de que el centrista Fernando Bocanegra, concejal de Seguridad, le destinara a la unidad de Tráfico y le denunciara en el juzgado de guardia por considerarle presunto autor de malos tratos. Luis Ricardo B. R., compañero de patrulla del anterior, también participó en esta serie de incidentes. Entre los ciudadanos agredidos se hallan un químico y un profesor (ver EL PAÍS de 13 y 15 de febrero pasados).Dado el sigilo impuesto por el juez a los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía, no ha sido posible conocer cómo ni dónde fueron arrestados los sospechosos. Tampoco se saben los cargos existentes contra ellos, ya que diversas fuentes indican que no sólo se quedaban supuestamente con parte de la droga decomisada, sino que también extorsionaban a los dueños de bares y locales para que les dieran dinero a cambio de protección.
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