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La revuelta estudiantil hace dimitir al primer ministro de Corea del Sur

Los disturbios estudiantiles que vive Corea del Sur desde hace casi un mes obligaron ayer al primer ministro a presentar la dimisión, en contra de la voluntad del presidente de la República, Roh Tae Woo, que repetidas veces había expresado pleno apoyo a las severas medidas de orden público aplicadas por el Gobierno y que precipitaron la muerte por apaleamiento policial de un joven el pasado 26 de abril.

Ro Jai Bong, considerado como la mano derecha del presidente Roh, decidió ayer presentar con carácter irrevocable la dimisión del cargo, asumiendo la responsabilidad de no haber podido frenar la ola de protesta que se registra en todo el país desde hace casi cuatro semanas tras el asesinato a manos de cinco policías del estudiante Kang Kyung Dae y que ha provocado seis muertes por autoinmolación. Ayer mismo, un joven se lanzó desde el tejado del depósito de cadáveres en Kwangju envuelto en llamas y su estado es muy grave.Roh intento en vano retener a su mejor colaborador, que llevaba en el cargo menos de un año, pero al final acepto su dimision, tal como venía pidiendo el movimiento estudiantil con la protesta callejera y como recomienda el ala menos dura del gobernante Partido Liberal Demócrata. Los estudiantes piden también la cabeza del presidente, aunque no parece probable por ahora que lo consigan, a menos que éste acelere el proceso democrático que se inició en 1987 con las elecciones presidenciales. La muerte del joven Kang ha conducido a la crisis más grave del nuevo régimen surcorcano, aun cuando las masivas y numerosas manifestaciones habidas en todo el país y los espectaculares enfrentamientos entre universitarios y fuerzas del orden no han llegado por ahora a contagiar al resto de la sociedad. Todo ello pese a que la joven democracia surcoreana se halla sumergida en un proceso de desencanto popular derivado de la corrupción.

Rob Tae Woo, que prepara, entre otros gestos conciliatorios, una amnistía política, destituyó al ministro del Interior cuando trascendió la noticia de la muerte de Kang y prometió que los cinco presuntos responsables serían procesados. El muchacho fue enterrado el pasado fin de semana en la ciudad de Kwangju, escenario hace 11 años de popular, tras varias manifestaciones de protesta en Seúl. Un caso similar al de Kang ocurrió en Kwangju el pasado domingo durante las manifestaciones fúnebres de protesta por el infortunado muchacho.

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