La Administración paga hasta cinco millones por cada nuevo empleo creado

El Ministerio de Economía aprobó el año pasado 1.575 proyectos empresariales de desarrollo regional, a los que concedió una subvención total de 92.705 millones de pesetas. Estos proyectos llevan aparejada una inversión de 423.674 millones de pesetas y prometen crear 24.295 nuevos empleos, que han de mantenerse, al menos, durante cinco años. El objetivo de este programa de incentivos regionales es "atenuar los problemas de declive económico que registran determinadas regiones", según aseguró ayer el secretario de Estado de Economía, Pedro Pérez.

La política de incentivos regionales arroja, a los tres años de su puesta en marcha, el siguiente saldo. El Estado ha subvencionado, con fondos de los presupuestos generales, 302.908 millones de pesetas destinados a la puesta en marcha de 3.850 proyectos empresariales. Tales proyectos prometían la inversión (en zonas en declive, de promoción económica o calificadas como especiales) de 1,2 billones de pesetas y la creación de 60.000 puestos de trabajo.Estas cifras reflejan que la cuarta parte de la inversión se ha realizado con dinero público y que el monto de la subvención por cada puesto de trabajo creado es de cinco millones de pesetas en la media del trienio.

Además, según señaló ayer el secretario de Estado de Economía, hay dos grandes proyectos que ellos solos absorben la tercera parte de la inversión prevista en el trienio y casi la mitad de las subvenciones durante el mismo periodo. Se trata de los proyectos de inversión de General Electric en Cartagena y de Dupont en Asturias. La primera lleva aparejada una inversión de 300.000 millones de pesetas y una subvención de 100.000 millones, y la segunda una inversión de 110.000 millones con 30.000 de subvención.

Calendario

El impacto de la política de incentivos regionales en los presupuestos generales del Estado no ha hecho más que empezar, toda vez que éste no abona las subvenciones hasta que la empresa pone en marcha la inversión. Así, ha sido en 1990 cuando se empezaron a abonar los proyectos aprobados en 1988, pues hasta ese momento no se había realizado la inversión.Pedro Pérez aseguró que no hay retrasos pues "el expediente más antiguo pendiente de pago es del 6 de marzo de este año". Hasta ahora el Estado ha abonado 33.200 millones de pesetas de los 302.000 aprobados como subvención.

El secretario de Estado de Economía añadió que no se ha detectado ningún caso de fraude en la adjudicación de estas subvenciones, aunque la inspección de los proyectos corresponde a las comunidades autónomas. Dentro de esa inspección está incluida la garantía de que los puestos de trabajo sean estables durante, al menos, cinco años. El volumen de la subvención sobre el total de la inversión varía de unas zonas a otras. La más beneficiada -al comparar la subvención con la inversión total- es Extremadura, seguida de Asturias. En el extremo opuesto se encuentran Madrid, Cataluña y Navarra, pues ninguna de estas tres comunidades autónomas reciben fondos del programa de incentivos regionales.

A las subvenciones que concede el Estado pueden sumarse asimismo las de cada comunidad autónoma con los únicos límites marcados por la Dirección General de Incentivos Regionales para cada zona, y que van desde un máximo del 20% para algunas zonas de Huesca o el País Vasco, hasta un máximo del 75% para el sur de Extremadura.

La subvención que recibe cada proyecto se decide de forma individual, es decir, en función de cinco factores "objetivos" que cuantifica el ministerio de Economía. Se tiene en cuenta el nivel de empleo y el valor añadido que se creará con el proyecto, el nivel tecnológico que requiere la inversión, el efecto multiplicador sobre otras industrias y el volumen de recursos locales que se utilizarán.

A estas subvenciones se unirán, a partir de este año, las concedidas por la Comunidad Europea, dentro del programa del FEDER. Para el trienio 1990-1992, la CE aportará 25.000 millones de pesetas.