España firma con Brasil un tratado por valor de 300.000 millones de pesetas

El presidente del Gobierno español, Felipe González, y el jefe de Estado brasileño, Fernando Collor de Mello, firmaron ayer en el palacio de El Pardo el borrador de un tratado de amistad y cooperacion que pone de relieve la cautela española en comprometerse a respaldar a un país con una gigantesca deuda externa y de política económica errática, además de proteccionista.

A diferencia de las anteriores ocasiones, Felipe González no ha incrementado la cifra global de las inversiones y préstamos que España está dispuesta a conceder a Brasil durante el próximo lustro que se sitúa en unos 300.000 millones de pesetas cuyo reparto entre créditos blandos y otros otorgados en condiciones comerciales no queda especificado en el texto.Los brasileños tocarán a mucha menos ayuda por cabeza que los ciudadanos que otros países que también han suscrito acuerdos de esta índole con España, que fueron además explicados en conferencia de prensa. González y Collor no comparecieron ayer ante los informadores. El presidente español estuvo, sin embargo, de buen humor, hasta el punto de afirmar en el brindis del almuerzo: "Si Dios no lo remedia seguiremos gobernando bastantes años".

La prudencia económica española fue correspondida con la cautela política brasileña. El acta de bases que recoge los principios que inspirarán el tratado no menciona la Comunidad Iberoamericana de Naciones, un concepto al que se está apegado en Madrid, aunque si evoca la conmemoración del V Centenario.

Para intentar paliar el impresionante déficit comercial de España con Brasil -las importaciones son cinco veces superiores a las exportaciones-, tanto los empresarios españoles, con los que desayunó Collor, como las autoridades españolas intentaron en sus conversaciones hacer valer sus productos y servicios con vistas a obtener la adjudicación de contratos por valor de más de 50.000 millones de pesetas.

Locomotoras en vía muerta

La escasa capacidad de pago de un país tan endeudado como Brasil y la reciente dimisión del equipo económico de Collor dificultan, sin embargo, que Brasilia saque los pliegos con la licitación. Incluso contratos firmados hace más de tres años, como la venta por la empresa española CAF a los ferrocarriles brasileños de 12 locomotoras por valor de 5.500 millones de pesetas, no se han ejecutado aún en parte por complicaciones financieras. Los ministros de Exteriores de ambos países dieron ayer un espaldarazo al proyecto firmando un memorándum.Entre las ventas que España desea impulsar destaca, por su importancia, la de 24 aviones CASA CN 235 y C 212, por un importe de 25.000 millones de pesetas. También desea contribuir a la contrucción de una red de tranvías en Río de Janeiro, Brasilia y Curibita, de un costo estimado en 24.400 millones de pesetas. Cabe, por último, que Río y San Pablo queden enlazadas por ferrocarril, y la empresa española Talgo está interesada en colocar sobre esas vías sus trenes pendulares.

El único proyecto que tiene, sin embargo, visos de salir adelante a corto plazo es una inversión española. Telefónica va a participar en los inminentes concursos que convocarán los diversos estados brasileños para adjudicar los sistemas de telefonía móvil. Collor pasará el fin de semana en Andalucía.