A la basura

La prensa publica la decisión adoptada por el Gobierno de no construir centrales nucleares en el próximo decenio, incluyendo el que continúen en estado de moratoria los cinco grupos que ya estaban en construcción cuando se decidió la moratoria nuclear: dos en Lemóniz, dos en Valdecaballeros y uno en Trillo.Aunque en la noticia se incluyen algunas de las consecuencias que esta decisión acarrea, quisiera resaltar las siguientes.

En estos proyectos van invertidos ya más de 800.000 millones de pesetas (se aproximarían bastante al billón si se incluye la imdemnizaclón por el cierre de Vandellòs 1, que ya estamos pagando en el recibo de la luz) y que hay que considerar tirados a la basura. La economía española se permite el lujo de despilfarrar esta cantidad, lo que corroboraría nuestra condición de país muy rico o muy fanfarrón.

Para compensar la pérdida de potencia instalada que esta decisión implica se proyecta construir centrales de gas y de carbón e importar electricidad de Francia, donde el 70% aproximadamente de la producción es de origen nuclear; es decir, nosotros cerramos nuestras centrales nucleares para consumir electricidad francesa de origen nuclear. No sé si esto se deberá a que se tiene más confianza en los técnicos nueleares franceses o a que sus centrales están lejos, aunque en la hipótesis de un accidente tipo Chernóbil, también nos veríamos afectados.

En cualquier caso, pagamos un precio bastante alto para consumir electricidad de origen nuclear producida en Francia, en vez de en España, y, por tanto, favorecemos el desarrollo de esta industria en el país vecino, mientras hundimos la nuestra, que había empezado a ser importante. Todo esto en aras de una supuesta peligrosidad de esta forma de la energía y de su incidencia en el medio ambiente. Mi opinión es que estamos haciendo el primo en aras de un electoralismo barato, y digo barato a pesar de que a la economía nacional le cuesta un despilfarro de un billón de pesetas en números redondos.-