Los consulados de España en el Magreb temen ser desbordados por una avalancha humana

Nunca la Dirección General de Asuntos Consulares del Ministerio de Exteriores había tenido que hacer frente a un reto así. Hoy entra en vigor el visado para tres países magrebíes y, si se mantienen los actuales flujos migratorios, los 10 consulados españoles en Marruecos, Argelia y Túnez deberán expender en los próximos 12 meses más de un millón de documentos de estas características para ciudadanos norteafricanos que deseen viajar a España.

Para hacer frente a la presumible avalancha, una partida presupuestaria adicional de 178 millones de pesetas ha sido dedicada este año a reforzar los consulados, alquilando nuevos locales y contratando a unos 40 empleados, y a su informatización. Pero, llegado el día D muchos de ellos, como el de Rabat, no cuentan aún con el ordenador para saber si el visado debe ser concedido.El fantasma de lo que sucedió a Italia en 1986, cuando introdujo el visado para los argelinos pero se vio obligada a retirarlo al poco tiempo ante la muchedumbre descontenta que se concentró ante las puertas de su sección consular, ronda en la cabeza de muchos diplomáticos.

Si la mera necesidad de efectuar el trámite de obtención del visado desanima a muchos a desplazarse a España los consulados saldrán exitosos del desafío. Ésta parece ser la apuesta de la Dirección de Consulares. De los 5,75 millones de magrebíes que pasaron por España el año pasado casi un 80% van a quedar exonerados. Entre los exentos figuran primero esos 3,5 millones de marroquíes asentados en las provincias vecinas de Tetuán y Nador, que visitan frecuentemente Ceuta y Melilla, a los que bastará con el pasaporte para pasar a ambas ciudades, y otros 600.000 residentes en países de la CE que cruzan la Península en vacaciones, a los que se dará en frontera un permiso de tránsito. A los 5.000 pensionistas saharauis del Estado español se les exime del visado, y los demás residentes de la ex colonia podrán obtener el documento en Agadir.

Requerirían el famoso documento para visitar España, algo más de 900.000 marroquíes, a los que habría que añadir 245.000 argelinos y 16.500 tunecinos, es decir, cerca de 1,2 millones de viajes a la Península pero menos visados porque cada uno permitirá varías entradas. Hasta ahora Consulares expedía 300.000 visados al año. La fecha de introducción es, en efecto, más política que práctica. Anunciada para fines de 1989, la aplicación del visado fue aplazada y en la elección del 15 de mayo prevaleció el deseo de hacer méritos para entrar, el 25 de junio, en el Grupo de Schengen, integrado por los seis países fundadores de la CE, que se anticipará a los Doce en supresión de fronteras internas. . La policía rechazó a cerca de 19.000 magrebíes que pretendieron entrar en España a través de Algeciras (Cádiz) entre los primeros días de abril de este año y el pasado lunes, informó ayer el gobierno civil. El anuncio de la exigencia del visado que hoy entra en vigor, informa Fernando Silva, ha justificado el aumento registrado en el número de norteafricanos que han intentado penetrar en España sin la documentación necesaria.