Soportable levedad

12 toneladas de plumas

Música: L. van Beethoven. Intérpretes: Lourdes Más, Teresa Nieto, María José Ribot, David Bernardo. Coreografía y dirección: María José Ribot. Sala Olimpia. Madrid. 10 de mayo.

Moovers

AccorDION. Coreografía: Moses Pendleton. Música: Peter Gabriel. Intérpretes: Teresa Rotemberg, Grazia Verzaskoni, Caroline Kreis, Reto Rüegger, Miguel Ángel Zermeño y Bruno Steiner. Diseño, luces y dirección: Bruno Steiner. Madrid. Centro Cultural de la Villa. 11 de mayo.

Madrid en Danza culminó su segunda semana con la actuación, el viernes, del nuevo grupo de María José Ribot, y el sábado, con la presentación en Madrid de la primera compañía extranjera programada, Moovers, de Suiza, en esta sexta muestra dedicada primordialmente a los jóvenes coreógrafos españoles.Hace ya 20 años Moses Pendleton y un grupo de estudiantes de la Universidad de Vermont fundaron un grupo de danza que no se parecía a ningún otro y le pusieron un nombre también insospechado, Bilobolous, que no tardó en dar la vuelta al mundo con la novedad de su movimiento acrobático, pero sin resto alguno de escuela, sorprendente, fresco, imaginativo y lleno de sugerencias. Con el tiempo, Bilobolous se dividió y multiplicó, dando lugar a otros grupos (Momix, Crowsnest Trio). Ahora llega la hora de los tras plantes: Bilobolous cruza el charco y se arraiga en Europa bajo la forma del grupo Moovers, con sede en Zúrich, don de colaboran el veterano bilobolou Moses Pendleton y el maestro de mimo suizo Bruno Steiner.

El núcleo es Bilobolous, pero la frescura ya no es más que un recuerdo. En AccorDION ya no se exploran las posibilidades de los cuerpos en movimiento para que surja la sorpresa de que una cabeza pueda parecer una patata o que en lo alto de una inverosímil montaña de piernas surja alguien que sólo podría ser la abuela de Aureliano Buendía: en la tercera generación de Bilobolous todo está pensado y medido para el efecto visual que ya ha hecho sus pruebas. La técnica es acrobática y altamente perfeccionada para contribuir al efecto visual, casi siempre estático. No hay danza ni teatro propiamente dichos, pero como espectáculo (la música es de Peter Gabriel) está logrado y el público reacciona positivamente porque el efectismo es variado y no llega a cansar.

La noche anterior, en la sala Olimpia, se pudo ver también el primer espectáculo de un nuevo grupo de danza fruto de la mitosis de uno anterior, Bocanada Danza -que María José Ribot formaba con Blanca Calvo-, que surgió en el Madrid de los ochenta y fue en su día saludado como una ídem de frescura. En 12 toneladas de plumas, además de los tres bailarines y la propia Ribot, aparecen una veintena de figurantes que, sin bailar en sentido estricto, intervienen con su. presencia y su movimiento en la obra. Son espectadores que llegan y se sientan a mirar.

Pesos

El título alude directamente al peso y al no-peso -obsesiones regular-es de todo bailarín- y en algunas secuencias se trata explícitamente el tema, trasladando piedras , pero las ideas coreográficas no están desarrolladas y su efecto es superficial, aunque 12 toneladas de plumas se presenta como una ironía más general sobre sobre la apariencia y la realidad. El espectáculo culmina en una escena -de extraordinario efecto cómico- en que María José Ribot lleva a cabo un strip-tease perfectamente acordado en expresión y ritmo con la sonata beethoveniana.