Felipe González abre la campaña en Valencia atacando a la derecha y a los partidos regionalistas
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Felipe González, insinuó anoche que el presidente del Partido Popular, José María Aznar, tiene los días contados al frente de la derecha española e insinuó que será el fundador de ese partido, Manuel Fraga, el que "cualquier día" le va a aceptar la dimisión que le presentó en el momento que le pasó el testigo de la sucesión hace año y medio. González inauguró la campaña de los socialistas en Valencia arremetiendo contra el primer partido de la oposición en réplica a las descalificaciones que Aznar realiza al PSOE por sus conflictos internos. González intentó transmitir un mensaje de unidad, del partido y de España "por encima de los particularismos".
El jefe del Ejecutivo covocó a unas 20.000 personas en la pla za de toros de Valencia al llenar las gradas y el albero al completo para satisfacción del candidato a la presidencia de la Comunidad Valenciana, Joan Lerma y de la aspírante a la alcaldía de la ciudad, Clementina Ródenas. El discurso de González, que comenzó pasadas las 22.00 horas, tuvo el objetivo claro de atacar al partido Unión Valenciana que con su ascenso puede despojar a la al caldesa valenciana de su puesto. González utilizó el recurso de denostar a todos los partidos regionalistas al atribuirles unos intereses muy estrechos e insolidarios que truncarían "el proyecto global" que asegur tienen los socialistas para el progreso de España. González aseguró que la derecha preten de ahora "la recreación de la Confederación Española de Derechas Autónomas [CEDA] que sólo puede llevar a la regresión y a dar pasos atrás". (La CEDA fue una agrupación de diversos partidos de la derecha durante la época de la Repúbli ca que llevó a la presidencia de Gobierno, en 1933, al líder con servador José María Gil Robles).González en esta línea atacó tanto al PP como a UV, sin mencionarla, preguntándose qué pasaría si "cada uno se ocupara sólo de lo suyo y no hubiera nadie que se ocupara de todo y sumara esfuerzos" "Si los andaluces se preocupan de Andalucía, los gallegos se preocupan de Galicia y los va lencianos de Valencia, ¿quién se preocupará de España?" dijo.
El jefe del Ejecutivo que acudio a este mitin acompañado por su esposa, Carmen Romero, y por el director del Gabinete de la Presidencia, Roberto Dorado, en contra de lo que hasta ahora había sido habitual en su estilo, arremetió duramente contra el PP, sin duda a modo de respuesta de las reacciones que han provocado en ese partido las discrepancias habidas en el seno de los socialistas y el enfrentamiento entre el partido y el Gobierno. González aseguró que "esa derecha que habla de eficacia [lema del PP en esta campaña], cuando gobierna despilfarra, se endeuda y después no da cuentas". El presidente del Gobierno puso como ejemplo la Comunidad de Cantabria gobernada hasta hace unos meses por la derecha y aseguró que debe cuatro veces su presupuesto" y auguró que los ciudadanos cántabros tendrán durante años que sufrir el citado despilfarro. "Ésos son los que nos dan lecciones y nos dicen que somos técnicos mediocres y lo dicen desde un liderazgo insustancial, sin sustancia, que no tiene nada dentro", señaló en evidente referencia a José María Aznar. A partir de ahí González encadenó una serie de descalificaciones hacia el líder popular y su formación, aunque en tono muy distendido al asegurar que los ataques de la derecha ahora le producían divertimento. "Estos que hablan de la desunión de los socialistas han cambiado tres o cuatro veces de liderazgo y quierso ser prudente porque no sé cuánto va a durar el que lleva año y medio .
González rememoró el episodio protagonizado por Manuel Fraga al decir públicamente en el congreso de la sucesión que Aznar al saberse nominado le envió una carta de dimisión sin fecha, que fue rota por Fraga públicamente en un gran golpe de efecto. Al hilo de esta evocación González dijo: "Además del espantoso ridículo que significa asumir un puesto y presentar la dimisión al dueño del partido, no se han dado cuenta de que don Manuel Fraga rompió la fotocopia y que cualquier día va a sacar el original". Las miles de personas concentradas en Valencia acogieron la gracia con muestras de alborozo, en tanto que González decía: "Cuando a ellos les pase eso los socialistas seguiremos estando unidos, aunque a veces tengamos discrepancias".
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