La maternidad causa la muerte de una mujer cada minuto en el mundo, según la ONU

Cada minuto que pasa fallece en el mundo una mujer por causas relacionadas con su embarazo -complicaciones, aborto o parto- y 33 niños mueren al nacer por una enfermedad que podía haberse evitado, según dijeron ayer expertos en población de la ONU reunidos en Bonn con motivo del seminario sobre el Estado de la población mundial

Las cifras aportadas por Malcolm Potts, experto en población de las Naciones Unidas y ex presidente del Centro Internacional de la Salud Familiar con sede en Carolina del Norte (EE UU), muestran sólo algunos aspectos del grave problema de la planificación familiar que preocupa especialmente este año a la ONU. La planificación familiar es, según Potts, uno de los principales instrumentos para el desarrollo y la supervivencia de la humanidad, pero no es el único, y además hay que entenderla en todas sus dimensiones. Las estimaciones más optimistas señalan, según este experto norteamericano, que si se consiguen aplicar las políticas de población recomendadas por las Naciones Unidas, dentro de 10 años habrá 6.400 millones de habitantes en el planeta (ahora existen en torno a 5.400), y en el año 2025 la población mundial alcanzará los 8.500 millones de habitantes.Esto quiere decir, en opinión de Potts, que habrá sido un éxito la política de planificación, "pero no podemos detenernos en esto ya que el descenso de la natalidad no significa que desciendan automáticamente los problemas de calidad de vida, como se ha demostrado en muchos países subdesarrollados en los que ha descendido la natalidad y sin embargo no ha descendido la mortalidad infantil".

Anticonceptivos

Los especialistas de la ONU se muestran este año, sin embargo, más optimistas que en ocasiones anteriores en relación con los temas de población, ya que según las cifras que ellos citan existe una clara tendencia a disminuir el número medio de nacimientos por mujer (de 3,8 en la actualidad a 3,3 en los próximos cinco años), y esto parece ser especialmente beneficioso para los países en vías de desarrollo.

En este sentido se ha mostrado aquí como un dato esperanzador el hecho de que la tasa de uso voluntario de anticonceptivos se haya incrementado en los países en vías de desarrollo y haya pasado de un 10% de las parejas que los utilizaban en 1960 a un 51% en la actualidad. Haryono Suyono, presidente de la Comisión de Planificación Familiar de Indonesia, ha situado estas cifras en el contexto de su país, durante la primera sesión de este seminario en el que participan en torno a 30 expertos y periodistas de todo el mundo.

Otro indicio esperanzador es precisamente el hecho de que la planificación vaya asentándose cada vez más como un derecho en la mentalidad y en la práctica de muchas parejas del Tercer Mundo. Los expecialistas no han querido entrar en las razones de esta práctica, pero han dejado claro que ya se van derrumbando poco a poco las barreras religiosas. "La educación y la información son más importantes si cabe que la política de planificación o los recursos económicos destinados a tecnologías anticonceptivas. La planificación familiar es cuestión de cultura y de decisión personal, porque el individuo está jugando con algo íntimo y secreto", ha dicho Potts.