Havel pide a Europa que integre al Este para el año 2000
El presidente checoslovaco, Vaclav Havel, pidió ayer a los líderes europeos que acepten el reto de integrar a los antiguos Estados del Este en Europa occidental para el año 2000. "Vivimos momentos sin precedentes en la historia y esto requiere claramente acciones asimismo sin precedentes. Hay una oportunidad de que, para finales de este siglo, Europa pueda convertirse en una comunidad firme de Estados democráticos y ciudadanos libres por primera vez en su dramática historia", dijo Havel.
Havel, el novelista disidente que ascendió a la primera magistratura de Checoslovaquia tras la revolución pacífica contra el comunismo, en 1989, sugirió la necesidad de que se den pasos no convencionales a fin de acelerar la integración europea.Añadió que una conferencia que se celebrará el próximo mes de junio en Praga para debatir una confederación europea propuesta por el presidente francés, François Mitterrand, podría aportar nuevas iniciativas en ese sentido.
Havel no desarrolló más este argumento, pero sí opinó que ningún orden futuro europeo será posible sin la colaboración de la Unión Soviética y el mantenimiento de estrechos lazos con América del Norte.
El presidente checoslovaco expuso sus ideas tras recibir el premio Carlomagno por su contribución a la unidad europea en la sala de reuniones del ayuntamiento medieval de Aquisgrán, en Alemania. Entre los 1.300 invitados que llenaban el recinto abovedado se encontraban otras personalidades galardonadas en años anteriores con el mismo premio, como el rey Juan Carlos de España, el presidente francés, François Mitterrand, el canciller alemán, Helmut Kohl, y el ex primer ministro británico Edward Heath.
Mitterrand pronunció un discurso ceremonial, en el que alabó la personalidad del presidente checoslovaco y afirmó que Europa tiene hoy una oportunidad incomparable de alcanzar su unidad. Pero añadió Mitterrand que muchos europeos sienten miedo por el modo repentino en que se ha presentado esa posibilidad.
El comité que otorga el premio Carlomagno, en memoria del dirigente del siglo VIII que forjó un imperio para unir a una gran parte de Europa occidental y central, hizo constar en su decisión que Vaclav Havel es "símbolo de un mejor entendimiento en Europa". El presidente checoslovaco fue aclamado por la población, mientras se paseaba, tras el acto, por Aquisgrán.
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