El Gobierno federal yugoslavo acepta que el Ejército controle zonas del país

El Gobierno federal de Yugoslavia emitió anoche un llamamiento de 11 puntos, que equivale en la práctica a apoyar la toma del control por parte de las Fuerzas Armadas yugoslavas de determinadas zonas del país. Mientras, el Ejército lanzaba ayer una nueva advertencia al poder político para que no se oponga a una intervención militar que la cúpula castrense parece ya tener decidida.

Entre los puntos del llamamiento citado destacan: posibilitar las actividades de las Fuerzas Armadas para proteger las fronteras externas del país e impedir los conflictos étnicos armados; garantizar la legalidad y el orden público en todo el territorio de Croacia según la constitución de esta república y de la federación; bloquear el trabajo de todos los individuos y de los partidos políticos que incitan al odio nacional; impedir toda propaganda en los medios de comunicación, y desarmar a todos los civiles y grupos paramilitares.Si bien el Gobierno federal no tiene las competencias necesarias para poner en práctica todo esto, su apoyo a las Fuerzas Armadas resulta explícito.

Por otra parte, el ministro de Defensa de Eslovenia, Janez Jansa, denunció ayer que aviones militares estaban transportando reservistas serbios a los cuarteles del Ejército en Eslovenia. El Ejército ha comenzado a reclutar a sus reservistas en la mayoría de las repúblicas yugoslavas, excepto en Croacia y Eslovenia.

Por su lado, el viceministro de Defensa, Stane Brovet, manifestó ayer en el Parlamento yugoslavo al referirse a la situación que vive el país: "Esto ya no puede tolerarse. Las vidas de los oficiales son amenazadas y les son arrebatadas las armas. Los medios de evitar los conflictos étnicos que el Ejército ha utilizado hasta ahora se han agotado".

Nuevas medidas

Las palabras de Brovet equivalen al anuncio de nuevas medidas por parte del Ejército, independientemente del resultado de la reunión de la presidencia yugoslava, que ayer se mostraba de nuevo incapaz de lograr un acuerdo para aplacar el conflicto interétnico y evitar así una intervención del Ejército sin mandamiento del poder civil.

Por tercer día consecutivo la presidencia quedó paralizada por las posiciones encontradas de sus ocho miembros sobre las propuestas del ministro de Defensa, Veljko Kadijevic, para una intervención militar en las regiones de conflicto. Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina y Macedonia eran contrarias y Serbia, su aliada Montenegro y sus ya sumisas provincias Kosovo y Vojvodina, partidarias de la intervención.

"Según algunas estimaciones", escribe el diario Borba, cercano al Gobierno federal, "es la última oportunidad para que la presidencia otorgue al comando de las Fuerzas Armadas el poder para impedir los conflictos armados y la guerra civil".

Según el representante esloveno ante la presidencia, Janez Drnovsec, "las Fuerzas Armadas están decididas a actuar de forma independiente" y "no reconocen ya a la presidencia como comandante suprerno". Drnovsec matizó que "existen intenciones sinceras en las Fuerzas Armadas de impedir con sus actividades la guerra civil".

La reunión de los presidentes de las repúblicas y de la presidencia, que duró hasta altas horas de la madrugada del miércoles y fue convocada otra vez ayer por la tarde, demostró una vez mas la discordia en la cúspide política respecto al papel de las Fuerzas Armadas. Croacia y Eslovenla se opusieron al ultimátum de Kadijevic, dividido en cinco puntos, que presupone mayores competencias militares en el arbitraje de los futuros conflictos.