El tedio alcanza la mitad

Tedio, frustración, desconcierto y cabreo son las palabras que mejor definen hasta el momento la sensación de, muchos de los asistentes a la 12ª edición del Imagfic, un certamen que en la actualidad se encuentra a años luz de lo que en su día parecía tener en mente su creador, el desaparecido Jorge Lluesma, y cada año se supera en incoherencia, falta de atractivos y desorientación.A estas alturas, cuando ya ha transcurrido más de la mitad del festival, el tono medio de los títulos a concurso difícilmente puede ser más descorazonador, gris y soporífero. Baste decir que de momento la película más soportable de esta sección es la muy mediocre Historia china de fantasmas II, una producción de Hong Kong dirigida por Ching-Siu-Tung, que al menos destaca por su sentido del humor y la desfachatez de sus excesos.

Uno no sabe muy bien qué criterios, si es que los hay, rigen la selección de una sección oficial donde se incluyen en un mismo saco una bobada como la nicozelandesa Meet the Feebles; bodrios del calibre de The Returning (también de Nueva Zelanda) o la pretenciosa Le tresor des Iles Chiennes (Francia); una versión de El fantasma de la ópera con sobredosis de casquería y hemoglobina (Estados Unidas); y Cuchillos de fuego, la última realización, en coproducción con Televisión Española, del director venezolano Román Chalbaud. Ni siquiera recurriendo al hipotético realismo mágico de ésta última, sin duda uno de los peores filmes de su autor, se explica muy bien qué hace esta interminable y torpe historia de venganza en el Imagfic.

Tampoco las secciones paralelas o las retrospectivas brillan por su audacia e inventiva, exceptuando el homenaje a la alemana Ulrike Ottinger, una interesante realizadora de cine de vanguardia. Ciclos como el dedicado a Jim Henson o al brat pack (las nuevas generaciones de actores norteamericanos) tienen un interés muy limitado tratándose de películas ya estrenadas casi todas. Por otro lado, es como mínimo sorprendente calificar de "lo mejor del cine europeo" los nueve filmes que se presentan en esta sección.

El gran "descubrimiento" del festival parece ser la productora norteamericana Troma, máximo exponente del llamado "cine basura", y cuyas películas destacan más por lo segundo que por lo primero. Después de ver El vengador tóxico, no se puede decir que nos hayamos perdido gran cosa. No parece afortunado, ni original, aludir -como se hace en el catálogo del festival- a la guerra del Golfo para justificar tanto desaguisado.