España quiere sentarse en el Consejo de Seguridad

La diplomacia española ha empezado a movilizarse para conseguir que España entre a formar parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas durante el bienio 1993-1994, según indican fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores. El ingreso en tal organismo de los 10 miembros no permanentes se logrará mediante elección en la Asamblea General de septiembre-octubre de 1992, y, para recabar los votos necesarios, el Ejecutivo acaba de iniciar su campaña con mucha antelación.En los contactos emprendidos hasta ahora por los diplomáticos españoles; esgrimen fundamentalmente dos argumentos para obtener apoyo. Alegan, en primer lugar, que España cumple a la perfección uno de los requisitos recogidos en el artículo 23 dela Carta de la ONU para ser miembro del Consejo de Seguridad: el haber prestado una c,.ontribución al mantenimiento ele la paz, lo que hicieron las Fuerzas Armadas españolas en Centroamérica y en Namibia.

A los socios de la Comunidad Europea (CE), de los que depende en gran medida la elección de España, los diplomáticos españoles anuncian además que el voto de la delegación española en el Consejo de Seguridad será sistemáticamente consultado con aquellos Estados comunitarios que no son miembros permarientes de esa institución, dando asi una prueba adicional del empeño español por llevar a cabo una política exterior común de los Doce.

Además de la reciente participación española en operaciones de mantenimiento de la para la iniciativa del Gobierno con relación a la ONU obedece a una combinación de factores como el largo periodo de tiempo transcurrido desde que España se sentó por última vez en el Consejo, el deseo de jugar un papel en una organización que la desaparición de la tensión Este-Oeste ha reactivado, así como el envío a Nueva York como embajador de un peso pesado de la diplomacia española, Juan Antonio Yáñez, hasta ahora asesor del presidente Felipe González en política exterior.

Un cupo de dos escaños

Los países occidentales no miembros permanentes del Consejo de Seguridad, entre los que figuran los europeos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, disponen de un cupo de dos escaños en ese organismo y suelen intentar consensuar las candidaturas.La elección de los no permanentes -los cinco permanentes con derecho a veto son EE UU, la URSS, China, Francia y Reino Unido- se realiza a principlos del otoño, pero los elegidos por dos años sólo tornan posesión de su escaño en enero. España ha sido ya miembro en dos ocasiones del Consejo, durante los bienios 1969-1970 y 19811982, periodo en el que fue elegida entre los países europeos con el mayor número de votos, por delante de Irlanda y de Malta, que fue derrotada.

El entonces embajador, Jaime de Piniés, jugó un papel activo promoviendo resoluciones a favor de la independencia de Namibia o instando a la retirada del Ejército israelí de Líbano, que invadió en junio de 1982.