La pelea por la cara

¿Sabía usted que la sonrisa irónica de Bogart era fruto del bisturí?. En efecto, uno de los personajes consagrado como prototipo de duro recurrió, en los albores de la cirugía plástica, a las manos del cirujano para disimular una cicatríz que rompía su labio superior. Desde entónces, la estética ha avanzado tanto como las técnicas cinematográficas y jóvenes cachorros de la pantalla o simples mortales de a pie remodelan su cuerpo emulando a pequeños dioses que desafían el paso del tiempo. Las nuevas técnicas han convertido a la cirugía estética en uno de los terrenos más disputados. Sí usted quiere, por ejemplo, corregir su nariz encontrará cuatro especialistas dispuestos a ello.

La frecuencia y el éxito con que personajes conocidos se someten a intervenciones de cirugía plástica le ha dado a este campo la imagen de que se trata de una medicina inocua. Esto no se corresponde con la realidad: la búsqueda de la belleza en el quirófano conlleva los mismos riesgos que otras intervenciones quirúrgicas.Uno de cada 15.000 enfermos intervenidos presenta complicaciones por la anestesia y la mortalidad en estos casos es mínima, pero siempre se está expuesto a esa posibilidad, según refieren los especialistas. Esta ha sido la hipótesis planteada en casos como el fallecimiento del entrenador de fútbol José Luís García Traid, ocurrido hace un año tras una sencilla intervención para eliminar grasa acumulada en el cuello. El suceso se ha cerrado con el juicio celebrado este mes y la absolución de los tres facultativos procesados.

A pesar de ello, ese tipo de accidentes suelen ir acompañados de dudas sobre la actuación de los especialistas. Dudas en parte suscitadas por las denuncias de intrusismo que cada cierto tiempo lanzan los especialistas en cirugía plástica.

Fuentes del Ministerio de Sanidad y Consumo señalan que no es cierto ese intrusismo, lo que ocurre es que se trata de un segmento "muy amplio que abarca desde métodos de adelgazamiento a clínicas que utilizan técnicas muy sofisticadas". Pero reconocen, al tiempo, que está sin desarrollar el artículo 29 de la Ley de Sanidad y no hay, por ello, legislación específica para el segmento bajo de ese campo, aunque sí para el alto, en el que se incluyen las intervenciones quirúrgicas.

Prestigio y dinero

"El problema radica en que en España se expende a todos los que concluyen sus estudios en la facultad el título de Medicina y Cirugía. Es decir, no es necesario que estés especializado como cirujano para poder ejercer legalmente como tal. Esto propicia que gente formada en otros países, generalmente latinoamericanos, venga aquí y se oriente hacía el campo más fácil. La cirugía plástica es una cosa muy golosa, atrae porque tiene resultados muy gratificantes no sólo en el terreno económico. Es muy tentador ver una nariz con posiblidades de mejorarla...", explica un especialista del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid.La estética de la nariz la operan actualmente cirujanos generales, otorrinos, maxilofaciales y plásticos. En el campo de la mama confluyen también facultativos de formación diferente. Los especialistas plásticos compiten con cirujanos generales y ginecólogos.

"Con respecto a la estética hay 15 especialidades que, junto con la cirugía plástica, se disputan ese terreno, pero la cirugía estética no es patrimonio de ningún especialista, es patrimonio de aquellos profesionales que hacen estética, aunque a los cirujanos plásticos les ha interesado que ese término se una con ellos", dice Alberto Berguer, ex-presidente de la Organización Médica Colegial y miembro del Comité de Formación de la CE.

Con respecto a las denuncias de intrusismo, Beguer, especialista en cirugía oral y maxilofacial, considera que "la medicina es pluridisciplinar. Nadie puede negar eso porque cada vez está más claro que no existe el dios que lo maneje todo". Añade que la situación española en este campo es similar a la del resto de Europa.

Institutos de belleza

"Los segmentos bajos de la cirugía estética no está regulado de forma específica en níngun país de la CE. Hay una serie de actuaciones, como son las inyecciones de silicona o de colágeno y cremas para la piel, que no comportan riesgos quirúrgicos y los aplican ATS e incluso institutos de belleza. La experiencia que tenemos es que en los temas peligrosos la genteque no está preparada no actúa por el temor a las consecuencias, pero no porque esté relugado", concluye Berguer.Últimamente se pone como ejemplo de los milagros que pueden conseguirse con unas inyecciones bien aplicadas los carnosos labios de Julia Roberts. Pero los especialistas coinciden en señalar la liposucción como la gran revolución de los últimos, Consiste en introducir unas cánulas mediante pequeñas incisiones en la piel para eliminar la grasa acumulada en cualquier parte del cuerpo. Puede realizarse a partir de los 20 años y no suele dejar cicatrices.