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La banca, desconcertada por el plan de viviendas del PSOE al tener que aportar tres billones

El problema de la vivienda se ha situado por fin en el primer plano del debate de la política económica española. La propuesta del PSOE de facilitar la adquisición de 400.000 viviendas da la medida de la amplitud de las necesidades existentes en -el país. Pero la solución prevista ha provocado tal desconcierto entre las autoridades económicas, bancos y c-ajas, que plantea toda suertede dudas su viabilidad. El plan prevé la consecución de un gran acuerdo entre el Gobierno, los bancos y las cajas para que aporten tres billones de pesetas en créditos baratos con un interés del 8% al 11%.

La propuesta se interpreta también como una fuerte provocación al Ministerio de Economía, cuyo titular, Carlos Solchaga, manifestó ayer que el Gobierno no tenía conocimiento de- la misma. El plan, dado a conocer el pasado martes por el secretarío de Organización del PSOE, Txiki Benegas, va dirigido a la gran clase media del país, "la clase trabajadora que ya cuenta con un cierto nivel de recursos", según el ex ministro de Transportes, Abel Caballero, que ha dirigido su elaboración, en principio, tendrían acceso a estos créditos todos lo ciudadanos y las únicas limitaciones es que los inmuebles adquiridos deberían tener un lími te máximo de superficie y dedicarse- a vivienda habitual. Según las cantidades barajadas se piensa en pisos valorados entre unos, 10 y 15 millones de pesetas de los que se financiaría el 75%,Para las familias con rentas inferiores continuarán desarrollándose los planes de vivienda.de protección oficial (VPO) a las que teóricamente sólo tie nen acceso las familias con in gresos inferiores a 2,5 veces el salario mínimo interprofesional, (unas 133.125 pesetas mensuales).

Los coeficientes

Caballero precisó a este periódico que la colaboración de bancos y cajas se había contem plado "aprovechando la próxi ma desaparición del coeficiente de iriversión, lo cual supondría un importante aumento de laliquidez de las entidades" que podría destinarse a firíanciar la vivienda. El ex ministro insistió en que no se trataba de crear un nuevo coeficiente de inversiónde vivienda, ni imponer ele forma "compulsiva" una nueva obligación a bancos y cajas de ahorro. Añadió que algunos de los banqueros consultados habían respondido favorablemente.

Actualmente el coeficiente de inversión es el 6,2% de los recursos computables de la banca. Es decir afecta a unos dos billones de pesetas. La mayor parte de estos recursos están invertidos en pagarés del Tesoro cuya rentabilidad es del 5,5%. El coeficiente de inversión sufre una progresiva reducción hasta su total desaparición el 31 de diciembre de 1992.

El ministro de Economía, Carlos Solchaga, aseguré, ayer en los pasillos del Co.ngres.o que "un cambio de destino o una sustitución del coeficiente de inversión es imposible" comovía para Financiar el paquete de viviendas que el PSOE ha ofrecido como parte de su programa electoral. Solchaga matizó, no obstante, que no había "visto todavía el papel que ha preparado el PSOE y sólo había leído los titulares de prensa".

Con todo, según Solchaga, sí sería posible subvencionar intereses para la compra de viviendas "pues eso ya se está haciendo con los presupuestos generales del Estado". El ministro aseguró que "ya se están subsidiando 100.000 millones de pesetas para adquirir viviendas". En el futuro "si se quiere subsidiar aún más los intereses tendremos que dedicar menos dinero de los presupuestos a otras cosas". Solchaga no quiso pronunciarse sobre si esta medida solucionaría o no el problema de la vivienda, pues esacompetencia es, di . jo, del titular de Obras Públicas y Transportes.

Los medios bancarios han expresado su desconcierto y rechazo a la propuesta socialista. Señalaron que la medida supone volver a la economía de los 60. Según los bancos consultados, el problema de la vivienda es básicamente una cuestión de escasez de suelo y el de su financiación sólo se puede mejorar creando un verdadero mercado hipotecario que actualmente no es posible por limitaciones legales.

El diputado de Convergencia i Unió, Francesc Orris, sin embargo, considera positiva la propuesta. El Instituto de Estudios Económicos, por su parte, dirigió duras críticas al plan porque "ignora cómo funciona el mercado de la vivienda".

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