_
_
_
_

Técnicos de Telefónica ratifican que el teléfono de Garaikoetxea fue 'pinchado'

Tres técnicos de Telefónica han confirmado ante el Tribunal Superior vasco que la línea de] domicilio de Carlos Garaikoetxea fue manipulada a propósito en agosto de 1986 para escuchar sus conversaciones. El juicio por el pinchazo ilegal está revelando numerosas contradicciones entre los cinco inculpados, que niegan los cargos, y algunos testigos. El ex lehendakari declaró ayer y recordó el clima de tensión en aquellas fechas por la crisis del PNV.

Los tres técnicos de Telefónica - el mecánico Emilio Durántez, el operador Isidoro Ordóñez y el mando intermedio Escolástico Muñoz- confirmaron el origen de las interferencias descubiertas en los teIéfonos de Garaikoetxea y del albañil Luis Olaskoa. Las interferencias comenzaron según todos los testimonios, el 19 de agosto por la tarde, coincidiendo con la presencia en la central de dos ertzainas y un alto responsable de la Consejería de Interior.Se trataba, explicaron los técnicos de Telefónica, de una manipulación de las líneas, mediante un puente de dos hilos instalado con la finalidad de conectarlas entre sí. Muñoz precisó que la conexión no estaba bien realizada y parecía haber sido hecha por alguien con conocimientos teóricos, pero sin experiencia. Los tres coincidieron en la imposibilidad de descubrir a simple vista el puente entre los dos teléfonos porque estaba bien oculto.

El testimonio de los empleados de Telefónica provocó una reacción airada en la defensa del ex consejero de Interior Luis María Retolaza, y de otros tres inculpados. El abogado quería saber por qué se desmontó el puente en vez de dar aviso al juez. Los técnicos respondieron que su primera obligación es restablecer el buen funcionamiento de las líneas.

En su declaración como testigo, Carlos Garaikoetxea evocó el clima de gran tensión vivido en aquellas fechas en el PNV, en particular a raíz de lo que calificó de desmantelamiento de la organización del partido en Vitoria. El ex lehendakari situó este hecho dos días antes de que comenzaran las interferencias en su teléfono.

La manifiesta discrepancia de fondo entre el acusado Ramón Epalza y los otros cinco ocupantes del banquillo tiende a convertir el juicio en una prueba de veracidad entre los unos y el otro. Los interrogatorios han dado lugar ya a flagrantes contradicciones en los inculpados que niegan los cargos. El ertzaina Pedro Basaldúa asegura haber visto el 21 de agosto a Epalza con un coche junto al domicilio de Retolaza, mientras el ex consejero niega que Epalza le haya recibido jamás en su casa.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_