Las primeras impresiones apuntan a un notable auge de la oposición en las elecciones albanesas

Los albaneses acudieron ayer masivamente a las urnas para elegir al primer Gobierno democrático de la historia de este pequeño país balcánico. Aunque los resultados tardarán un día en conocerse, dos partidos confiaban ayer firmemente en su victoria: el Partido del Trabajo (PTA, comunista), que mantiene aún el monopolio del poder, y el Partido Democrático, principal grupo de la oposición. Sin embargo, las primeras impresiones tras las votaciones apuntaban un notable auge de la oposición en las principales ciudades.

El Partido del Trabajo de Albania que durante más de 45 años gobernó este país adriático se vio ayer amenazado por una derrota en las principales ciudades en las primeras elecciones multipartidistas que se celebran en la historia de este pequeño país adriático. El Partido Democrático, principal grupo de la oposición, daba por segura su victoria en Tirana y otras ciudades. La participación superó el 96% del electorado.Con sólo tres meses de existencia, el PD aparecía en los recuentos como gran favorito y supuestamente arrebataba al PTA todos los escaños en disputa la capital albanesa, dejando al presidente Ramiz Alia sin escaño.

Sin embargo el Partido del Trabajo dispone aún de un aparato fuerte y puede ejercer su influencia y coacción en todas las zonas agrarias a las que la joven oposición, sin medios y sin acceso a la televisión, no ha podido llegar. En las zonas agrarias vive aún el 60% de la población.

El tercer partido en discordia es el republicano, que ha adoptado una línea más conciliadora para con los comunistas. Tampoco ha sido objeto de ataques feroces por parte de la prensa y televisión del régimen, por lo que muchos miembros del movimiento democrático estudiantil y del Partido Democrático sospechan que podría ser un instrumento del aparato comunista para conseguir un aliado dócil y crearse una fachada democrática en un posible gobierno de coalición.

Los otros dos partidos son el Partido Verde que, según Gramoz Pashko, "es más comunista que el PTA", y el partido de la minoría griega. En algunos distritos se ha presentado también un candidato de la Unión de Juventudes del Trabajo que es un apéndice del PTA.

El voto en las ciudades

Sólo en las grandes ciudades albanesas como Tirana, la católica Skodra, Zeranda y bastiones del PD como la localidad de Kavaya, está asegurado el voto consciente anticomunista. Pese a ello, el vicepresidente del PD, Gramoz Pashko manifestó a EL PAÍS que confía en arrebatar escaños al Partido del Trabajo de Albania también en las regiones más cerradas a los cambios hasta ahora.

En diversas ciudades se produjeron votaciones "en batallón" de los soldados traídos de los cuarteles cercanos aprovechando un artículo de la ley electoral que establece que hasta el 6% de los votantes de un distrito pueden ser electores de otros. Dado que muchos soldados no se identificaron es posible que votaran repetidamente. En un colegio de Tirana se produjo un pequeño tumulto al descubrir varios votantes que los jóvenes, potenciales electores de la oposición, recibían papeletas sin el sello oficial que en el escrutinio serían automáticarnente invalidados.

Pese a todas estas irregularidades que hicieron cundir el nerviosismo en Tirana y provocaron momentos de tensión, los iresultados en las ciudades fueron recibidos con euforia en la sede central del Partido Democrático. Su presidente, Sali Berisha, declaró anoche a EL PAÍS: "Hemos ganado y vamos a enviar a Lenin a donde le corresponde en el tiempo y el espacio". La dirección comunista enviaba continuamente en la madrugada de hoy a miembros de la policía política, Sigurimi, a sondear los adversos resultados en los recuentos.

Berisha no excluyó una reacción violenta del aparato comunista pero se manifestó convencido de que la oposición y la calle le harán frente. "Utilizaremos todos los medios democráticos, en el parlamento y fuera de él para poner fin al sufrimiento del pueblo albanés bajo el comunismo".

Para los escaños en que ningún candidato obtenga la mayoría, se celebrará una nueva ronda en quince días. El día de ayer estaban convocados a las urnas cerca de dos millones de electores.