Yeltsin y Gorbachov se disputan hoy las calles de Moscú

Mijaíl Gorbachov, presidente de la Unión Soviética, y Borís Yeltsin, presidente de Rusia, libran hoy la gran batalla. Las calles de Moscú contemplan un gigantesco despliegue policial, con el que el Kremlin pretende evitar que los partidarios de Yeltsin se manifiesten de forma multitudinaria y hagan suya la capital. Los manifestantes quieren impedir que los partidarios de Gorbachoy derriben a Yeltsin de la presidencia en el Parlamento ruso, que se inaugura hoy.

El viceprimer ministro de la URSS, Guenadi Guenáiev, acompañado por altos cargos de la Administración, se reunió ayer por la tarde con una comisión de los organizadores de la manifestación, encabezada por Yuri Afanásiev. Guenáiev advirtió a los manifestantes que los actos convocados para hoy son ilegales y que la responsabilidad por cualquier cosa que pueda suceder será exclusivamente de ellos.La sesión extraordinaria del Congreso que se celebra hoy fue convocada por los adversarios del presidente del Sóviet Supremo de Rusia, Borís Yeltsin, para pedirle cuentas de su gestión y proceder a su defenestración si consiguen la mayoría entre los más de mil diputados.

La policía tiene a punto un gigantesco mecanismo antidisturbios, para sofocar la manifestación a favor de Yeltsin. Vehículos blindados con ametralladoras están listos para salir de los cuarteles moscovitas, y 30 carros de combate han sido desplazados a la ciudad, aunque el subjefe de Policía, Lev Belianski, ha asegurado que los tanques no saldrán a la calle. Sí lo harán numerosas tanquetas lanzadoras de agua a Presión, fuerzas Policiales a caballo y perros policía. Los agentes antidisturbios irán provistos de granadas lacrimógenas.

Belianski advirtió ayer que si los manifestantes tratan de llegar a la plaza de Manézhnnaya frente al Kremlin, a pocos metros de donde se reúne el Congreso Extraordinario de Diputados Populares de Rusia, los policías "actuarán de acuerdo con la ley. Las columnas de manifestantes no pasarán".

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