Croacia se compromete a respetar la integridad de Serbia
El contenido de las conversaciones secretas entre el presidente de Croacia, Franjo Tudjman, y el de Serbia, Slobodan Milosevic, mantenidas en discreción absoluta el lunes pasado en la Finca de Karadjordjevo, fue revelado ayer por el diario Borba, próximo al Gobierno federal. Borba informó acerca de "negociaciones en Karadjordjevo": Croacia se comprometió a respetar la integridad territorial de Serbia, es decir, a no cuestionar la política represiva serbia en Kosovo, y accedió a apoyar la moción serbia de sustituir al primer ministro, Ante Markovic, artífice de la reforma económica que ninguna república ha puesto en marcha, y el único político yugoslavo que goza de la confianza de las instituciones financiadas internacionalmente.Serbia, por su parte, accedió a no apoyar la revuelta de los serbios en la región croata de Krajina, donde 12 municipios declararon su escisión de Croacia. Es decir, Milosevic dejaría de apoyar al Gobierno autoproclamado de Krajina, con su sede en Knin, y presidido por Milan Babic. Borba no precisó cómo los dos líderes nacionalistas se han repartido la república de Bosnia-Herzegovina, única sin nación propia, donde conviven serbios, croatas y musulmanes.
El encuentro entre Tudjman y Milosevic, enemigos políticos y étnicos, cuyas respectivas políticas nacionalistas se retroalimentan -una justifica a la otra-, se produjo a dos días de la primera reunión de los presidentes de las seis repúblicas yugoslavas, a celebrarse hoy en Split, y en el momento en que la oposición serbia socava el poder de Milosevic.
Contra Milosevic
Los intelectuales serbios están ahora recogiendo firmas para pedir la dimisión de Milosevic. Ayer se celebró una gran manifestación de los partidos de oposición en Belgrado.
Por otra parte, más de 50 intelectuales de renombre en Croacia formaron el fórum democrático de la oposición para promover la democracia en Croacia, donde un partido, la Comunidad Democrática Croata, dirigido por Franjo Tudjman, controla prácticamente la vida política.
Ni el Gobierno croata ni el serbio tienen un programa económico y ambas repúblicas se encuentran al borde de la quiebra, ya que"la economía no puede vivir de los encuentros políticos". De ahí el deseo de sustituir a Ante Markovic. Sin embargo, el primer ministro asegura tener bazas en contra de los líderes nacionalistas.
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