"Quiero mantener mi absoluta independencia de criterio"
Jordi Solé Tura siempre se ha pronunciado públicamente sobre todas las cuestiones, incluso las más comprometidas, aun cuando otros callaban. ¿Podrá seguir haciéndolo como ministro de Cultura?"Espero que sí. Éste es uno de los problemas que me preocupan, cómo compaginar el ejercicio de un cargo público en un Gobierno que tiene una política global, estar vinculado a un partido que tiene una misión tan fundamental como la de mantener la gobernabilidad de este país, dirigir la política cultural del país y al mismo tiempo mantener una absoluta independencia de criterio sobre los problemas principales del país. Me preocupa a nivel general y a nivel personal, porque quisiera que mi vida no cambiara demasiado. Es más fácil de decir que de hacer".
Pero, de momento, lo dice y lo hace. Sólo llegar al ministerio y ya disiente de la ley de creación del Instituto Cervantes: "Se ha entendido como un gran mecanismo de promoción del castellano, pero en España hay otras lenguas cooficiales que no pueden mantenerse al margen. La ley es la que es, y veremos cómo tira adelante".
Otra cosa que le preocupa, o, mejor dicho, le preocupaba, es su instalación en Madrid. Y ya se ha decidido, su mujer no se trasladará, seguirá en Barcelona. "La decisión de ser ministro es mía, y no quiero que mi mujer pierda su trabajo, su mundo. Está haciendo un trabajo importante, le gusta mucho y lo hace muy bien. Yo iré a Barcelona, ella viajará a Madrid. Los dos somos personas adultas, nos queremos mucho y lo resolveremos espléndidamente bien". Además, ya está acostumbrado. "Como diputado ya me pasaba tres o cuatro días a la semana en Madrid y, como miembro del Consejo de Europa, he realizado numerosos viajes. Un periodo igual que ahora o peor fue cuando redactamos la Constitución. A veces estaba dos meses sin ir a Barcelona. La verdad es que mi mujer y yo nos lo hemos tomado muy bien". Solé Tura, explica, quiere sentirse integrado en Madrid, ciudadano de Madrid. No va a ser de los que trabajan de lunes a viernes en la capital y salen de ella el fin de semana. Pero tampoco quiere perder contacto con Barcelona. "Al fin y al cabo sigo siendo diputado por Barcelona".
Otra de las novedades que le ha aportado a Solé Tura su nuevo cargo son las cuestiones de seguridad, que aún le tienen abrumado, pero a las que espera acostumbrarse. "MI mujer y yo estamos habituados a una absoluta libertad de movimientos. Ahora no tenemos tanta, aunque nos esforzaremos por conseguir la máxima. Y lo conseguiremos".
Babelia
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