"La marea negra en el Golfo existe y es grave"

Manuel Manero ha permanecido en la zona de guerra hasta el 16 de marzo, diseñando estrategias para el control y limpieza del crudo y volando en un helicóptero hasta la línea de guerra para vigilar y evaluar la contaminación marina. "Hay 400 kilómetros lineales de costa saudí afectada por la marea negra, desde el paralelo 28 Norte hasta la isla de Abu Ali", comenta, "pero lo más urgente ahora que el daño está hecho y es irremediable, es el otro problema medioambiental, es decir, apagar los pozos de crudo que están ardiendo en Kuwait".No se detiene en explicar el riesgo personal corrido en operaciones a 40 kilómetros de la frontera kuwaití ni el peligro de las minas que se soltaban del fondo y aparecían en las playas o flotando entre el petróleo que intentaban contener los técnicos. Éste inspector de seguridad marítima del puerto de Barcelona fue requerido por las fuerzas de intervencíón de la CE como respuesta inmediata a la petición de ayuda del Gobierno de Arabia Saudí para luchar contra la mancha de petróleo originada en una termina] de carga kuwaití. De los tres técnicos europeos seleccionados en Bruselas para esta misión, Manero fué el único que se presentó inmediatamente en el golfo Pérsico.

"MI estimación del petróleo vertido desde una terminal, que creo que fue abierta deliberadamente y posterioremente bombardeada, es de unos 500.000 barriles, pero se han manejado cifras muy exageradas con fines propagandísticos", comenta Manero. "Para controlar esta marea negra contábamos con un helicóptero y cuatro o cinco barcos pequeños y poco operativos en estas aguas v1scosas". Compara estos escasos medios con los que se utilizaron para hacer frente al vertido provocado por el buque Exxon Valdez en Alaska; "allí se utilizaban 300 helicópteros", dice.

La estrategia seguida en el Golfo ha sido impedir que el petróleo que llegó a la costa saliera otra vez a mar abierto. Manero detalla una operación diseñada por él en una de las bahías donde se estaba concentrando gran cantidad de crudo. "Propuse abrir las barreras para que entrase el petróleo hasta unas zanjas y desde ellas se bombeó a camiones cisternas", explica. Sólo en ese punto se han recogido 20.000 toneladas de petróleo.

"El riesgo de que la contaminación se extienda al sur es real porque no hemos recogido todo el petróleo; está hundido y se puede trasladar con las corrientes", explica Manero, que no entiende cómo se puede decir que la marea no ha afectado a la fauna. "Sí, claro que hay muchos cormoranes afectados por la marea negra en las playas", dice Manero. "Yo recogí uno en la isla de Abu Ali. El pobre estaba totalmente embadurnado, quieto y, cuando me acerqué, intentó moverse pero no pudo. Me picó la mano, lo recogí y lo llevé en una caja al centro de recuperación".